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COVID-19: ¿Es seguro que los niños jueguen al aire libre?

La pandemia de coronavirus ha causado cambios drásticos en nuestras vidas, en especial entre los más pequeños. Y muchos padres se preguntan si es verdaderamente seguro que jueguen en el exterior.

Después de que haya transcurrido algo más de un año tras la irrupción de la pandemia de coronavirus en nuestras vidas, tras más de 12 meses complicados, sobre todo durante el confinamiento domiciliario, todavía hoy continuamos con distintas medidas que siguen modificando nuestro día a día. Y los niños no están exentos de estos cambios, aunque sí es cierto que se han sabido adaptar incluso mejor de lo que muchos padres podrían haber imaginado en un primer momento.

Es cierto que la pandemia de coronavirus ha sido especialmente dura con los más pequeños. Como recordarás, la escuela o el colegio acabó de forma abrupta a mediados del mes de marzo del pasado año, y lo que parecía duraría solo unas pocas semanas, se extendió hasta el comienzo del siguiente curso, más de cinco meses después.

A lo que, luego, se le unió la introducción de diferentes medidas con la finalidad de proteger a los niños durante las horas lectivas: la implantación de los grupos burbuja, el uso obligatorio de la mascarilla a partir de los 6 años de edad, el distanciamiento social incluso con los compañeros de clase… Y, según parece, muchas de estas medidas permanecerán con nosotros durante algunos meses más.

Además, las Comunidades Autónomas toman medidas específicas en función de cómo evoluciona la pandemia en el lugar, por lo que no es extraño el establecimiento de medidas particulares como la limitación de reuniones o el toque de queda. Y, sobre todo, el cierre de los parques infantiles.

Como padres, durante todos estos meses, especialmente después de que finalizara el confinamiento domiciliario, es normal que nos hayan surgido muchas dudas relacionadas con la conocida como “nueva normalidad”. Y tras la obligación en el uso de la mascarilla en niños a partir de los 6 años de edad, es común que todavía a día de hoy nos hagamos una pregunta: ¿es realmente seguro que los niños jueguen al aire libre?

Foto: Istock

Niños jugando en el exterior y pandemia de coronavirusFoto: Istock

Es cierto que, en términos de transmisión de la COVID-19, los expertos nos han dicho que los espacios al aire libre son generalmente más seguros que los espacios interiores. Pero, a pesar de ello, puede ser complicado entender exactamente qué actividades lo son y, sobre todo, cómo hacerlas lo más seguras posible.

De acuerdo a los especialistas, existe cierto consenso general de que, cuando se trata de la transmisión de la COVID-19, las actividades realizadas en el exterior son generalmente más seguras que las internas. Esto es debido principalmente a que los espacios exteriores ofrecen una ventilación óptima, y permiten un mayor espacio para el distanciamiento social.

Es más, se ha mostrado en diferentes estudios que, en realidad, es más probable contraer la COVID-19 por lo que respiramos que por lo que hemos tocado o comido, por lo que la ventilación es realmente importante, puesto que, cuanto más aire circula, menos probabilidad habrá de que las partículas del virus terminen en el aire que inhalamos.

Lo que debes saber sobre los niños y la transmisión de COVID-19

Aunque los niños, incluso los más pequeños, pueden infectarse con la COVID-19, en la mayoría de las ocasiones sus síntomas son generalmente más leves que los de un adulto, como fiebre, tos y fatiga. Es más, algunos niños no presentan prácticamente ningún síntoma (son asintomáticos), pero pueden ser contagiosos si están infectados con el virus.

No obstante, esto no significa que los niños no puedan desarrollar complicaciones graves que requieran hospitalización.

Además de los riesgos asociados a la enfermedad, si el niño se infecta con la COVID-19 también puede transmitirlo al resto de miembros de la familia. Por este motivo es muy importante tomarse en serio las precauciones necesarias y mantener al máximo las diferentes medidas de protección y seguridad establecidas.

Entonces, ¿pueden los niños jugar al aire libre con tranquilidad?

Debemos tener en cuenta que la decisión de que el niño juegue al aire libre no necesariamente la libera de riesgos. Aunque los espacios exteriores sí ayudan muchísimo a prevenirlo con el factor de ventilación, si no se toman en serio otras precauciones, las actividades al aire libre pueden igualmente continuar suponiendo un riesgo.

De ahí que sea esencial comprender qué otros factores deben existir con la finalidad de disminuir el riesgo de transmisión:

  • Con cuántos niños se interactúa (cuantas menos personas interactúen, menos posibilidades tendrá de infectarse).
  • Si los niños y personas con los que se interactúan se encuentran a distancias socialmente seguras.
  • Si los niños y / o personas con los que se interactúa llevan mascarillas.
  • Cuánto tiempo dura la interacción.
  • Cuál es la tasa de transmisión comunitaria en el área donde nos encontremos.

Actividades y juegos como andar en bicicleta, correr, caminar, explorar y escalar no solo proporcionan oportunidades únicas para disfrutar de la actividad física, también estimulan la creatividad e imaginación de los más pequeños, fomentan la interacción con los demás y con el medio ambiente y son útiles a la hora de desarrollar habilidades de resolución de problemas.

Por tanto, siempre y cuando se mantengan las medidas de protección adecuadas, el juego al aire libre de nuestros hijos debe convertirse en una prioridad, especialmente después de la pandemia. Muchos expertos, de hecho, abogan por recuperar el juego activo al aire libre, y optar por actividades únicas y seguras, como por ejemplo podría ser el caso del senderismo.

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