Los hombres también tienen suelo pélvico
No son pocas las mujeres que cuando escuchan hablar del suelo pélvico, preguntan ¿suelo qué…? Y es en el embarazo y en después del parto (cuando ya hay algún pequeño escape de orina) cuando comienzan a ser conscientes de todas estas estructuras, ¡y bien conscientes!
El suelo pélvico, también conocido como “Diafragma Pélvico”, es una estructura formada por un grupo de músculos y tejido fascial que cierran la pelvis en su parte más inferior, es decir, conforman el sistema uro-genital tanto femenino, como masculino. ¡SI, HABÉIS LEÍDO BIEN, LOS HOMBRES TAMBIÉN TIENEN SUELO PÉLVICO!
Esta parte de nuestro cuerpo es responsable de garantizar la continencia, tanto urinaria como fecal, de la sujeción de nuestros órganos pélvicos (recto, vejiga y útero/próstata) y de la correcta función sexual, entre otras. Así, tiene también un papel protagonista en el buen desarrollo del embarazo y en la adecuada consecución de un parto vaginal.
Sin embargo, el suelo pélvico también puede verse lesionado, trayendo consigo consecuencias que merman considerablemente la calidad de vida para las personas que las padecen. Aunque, como hemos dicho antes, hombres y mujeres pueden verse afectados en estas estructuras, los 9 meses de embarazo y el parto vaginal son considerados factores de riesgo en sí mismos para padecer lesiones en esta región. Si la musculatura que lo compone se encuentra débil, por el contrario demasiado tensa, o ha sufrido alguna de estas situaciones: desgarros, episiotomías, traumatismos directos, etc, pueden verse comprometidas alguna de las funciones antes mencionadas ocasionando pérdidas de orina, falta de control de gases, descenso de alguna víscera pélvica o dolor en las relaciones sexuales.
¿Debemos asumir como algo natural este tipo de consecuencias tras el parto o a partir de cierta edad, cuando nos acercamos a la menopausia? EN ABSOLUTO.
La fisioterapia puede ayudarte. La especialidad en uro-gine-proctología es una disciplina bastante novedosa y apostamos por ella, en ocasiones, como una alterativa muy satisfactoria al tratamiento farmacológico o quirúrgico. Y cómo no, PREVENCIÓN. Una adecuada preparación de estas estructuras durante el embarazo disminuye considerablemente los riesgos de padecer alguna consecuencia en el momento del parto.
No dejes que disfunciones con tanto margen de mejora, y solución te impidan llevar una vida completamente plena y sin limitaciones.
Paula Arenas Muñiz es Fisioterapeuta especializada en Disfunciones del Suelo Pélvico en Balance Sport Clinic.