No obligues a tu hijo a dar un beso
Enseñar a decir ‘no’ a los niños les hace dueños de sus propios cuerpos y les enseña a protegerse.
¿Cuántas veces hemos obligado a los niños a dar un beso a un desconocido? Entendemos que es una muestra de educación y cordialidad, pero lo que desconocemos son las consecuencias negativas que ese simple gesto puede tener en ellos. Sin darnos cuenta les forzamos a hacer algo que les desagrada o les asusta.
El problema es tan serio, que la periodista de la CNN Kattia Hetter ha iniciado una campaña para que tomemos conciencia de que los niños son dueños de su propios cuerpos y que son capaces de tomar sus propias decisiones. Se percató del caso a través de su propia hija, al darse cuenta de que ocasionalmente se ponía “en huelga de besos y abrazos”. De esa forma, vio que no debía obligarla a abrazar o besar a alguien sólo porque ella se lo ordenara. “No invalidaré los instintos de mis propios hijos de negarse a tocar a alguien que no quieren. Asumo que es su cuerpo, no el mío”.
Al forzar a los niños a mostrar afecto físico a desconocidos les transmitimos el mensaje de que sus cuerpos en realidad no les pertenecen porque deben ignorar sus propios sentimientos sobre lo que es bueno para ellos. Exigirles a dejarse tocar o abrazar les hace ver que sus cuerpos no dependen de ellos, lo que les convierte en vulnerables al abuso sexual.
No debemos confundir la negativa con la mala educación, ya que debemos enseñarles a mostrar afecto a su manera y a su propio ritmo, no por imperativo. Hay que educarles para que sean amables y podemos ofrecerles otras opciones, como dar la mano, para tratar a las personas con respeto y cariño.