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Cómo detectar problemas en los pies de los niños

Es muy importante observar los pies del niño y saber que todo va correctamente, ya que hay problemas que se deben corregir cuanto antes. Te hablamos de los consejos más eficaces para cuidar los pies de los niños.

El cuidado de los pies en los niños es esencial para evitar problemas a largo plazo. Cualquier anomalía encontrada y tratada a tiempo puede librarnos de situaciones de futuro más graves, donde podríamos vernos involucrados en grandes problemas de salud que podrían afectar también a otras partes del cuerpo, a la forma de caminar, las rodillas, la espalda, etc.

Lo primero que debemos considerar para asegurar la salud del pie de nuestros pequeños es comprobar que no tienen ningún tipo de problema. Debemos tener en cuenta que, debido a la edad, se debe cierta atención especial, además de cuidados particulares que aseguren un correcto crecimiento y desarrollo. Por ello, lo ideal es realizar una primera visita preventiva al podólogo sobre los 4 o 5 años, cuando ya existe un patrón de marcha, para valorar el correcto desarrollo del pie.

Será el podólogo, único especialista capacitado para diagnosticar y tratar las afecciones concretas del pie y tobillo, la persona que mejor podrá evaluar la situación concreta del pie, y valorar si todo está correcto o existe algún tipo de anomalía.

No obstante, existen algunos síntomas a los que es necesario atender, y que podrían estar indicándonos que algo no va bien, en cuyo caso, sería necesario adelantar la visita al podólogo para que juzgue y dictamine el caso específico.

Algunas de estas advertencias podrían ser:

  • Dolores constantes en talones, rodillas o piernas. Si el niño presenta quejas de molestias en estas partes del cuerpo es probable que estén siendo causados por alguna anomalía que sea necesario tratar.
  • Caídas frecuentes. Si observamos que nuestro hijo se cae con demasiada frecuencia o presenta más inestabilidad de lo normal es posible que sea debida a alguna afección en los pies, que también deberá ser tratada por el profesional de Podología.
  • Marcha con los pies hacia dentro, hundimiento o desviación en el pie, etc. Es muy importante observar la forma de los pies de nuestros hijos para determinar si podrían estar padeciendo alguna rareza que deba ser manejada.
  • Alteración en la colocación de los dedos u otros problemas manifestados a través de la piel de los pies. Existen ciertas afecciones que se manifiestan de forma evidente y que, aunque podrían ser de rápida y fácil solución, es siempre necesario que sean diagnosticadas por la persona especialista.

Afortunadamente, hoy en día, disponemos de una gran variedad de avances que nos permiten tratar casi cualquier anomalía, además de calzado específicamente diseñado a las necesidades de cada paciente, etc. De este modo, con una visita a tiempo al profesional de podología es muy probable que se pueda resolver casi cualquier problema.

Cuando existe algún tipo de anomalía en la marcha de un niño puede ser debido a diferentes cuestiones, como la forma del pie y el grado de aplanamiento del arco plantar (pies cavos o planos), la forma de las tibias o de las caderas, etc. De una u otra manera, se deben tener en consideración múltiples cuestiones para valorar la marcha de un niño, por ello es importante que sean valorados en la consulta de Podología.

No obstante, prestando atención a los pies de nuestro hijo y vigilando ciertas claves que nos avisan de que algo no va bien, como la pisada; posibles heridas, durezas y ampollas; el color y las zonas enrojecidas; la temperatura, etc., podremos evitar muchos problemas futuros.

Artículo escrito por Juan Carlos Montero Arroyo, vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA

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