¿La maternidad es tan bonita como la pintan?
Samanta Villar rompe estigmas y tabúes con su nuevo libro.
Si bien la sociedad actual es más tolerante que la de hace dos siglos, el tema de la maternidad lleva consigo, a día de hoy, estigmas sociales que están demasiado asentados. Estar a favor de ser madre y la felicidad que esto trae a la vida de una mujer, parecen ser dos concepciones muy aceptadas pero, no son del todo objetivas.
La periodista Samanta Villar nos hizo partícipes de todo el proceso de donación de óvulos y posterior embarazo en el programa “9 Meses con Samanta”. Toda una declaración de intenciones a estos estigmas antes comentados y, con los cuales ella no se sentía del todo identificada.
Por si a alguien no le quedó claro en qué lado se posicionaba la periodista, su nuevo libro, “Madre no hay más que una”, pretende dejar zanjado el tema. Con él pretende romper todos los tópicos y tabúes que existen alrededor de la maternidad y el mundo de la donación de óvulos.
Tal y como nos tiene acostumbrados Samanta no ha dado de qué hablar por publicar el libro, si no por las declaraciones que hace en él y que ha hecho en diferentes entrevistas después de su presentación.
Afirma rotundamente que “hay un relato único de la maternidad como un estado idílico, que no coincide con la realidad y estigmatiza a las mujeres que lo viven de manera distinta”. Además, cuenta que no es más feliz ahora (después de ser madre) que antes y que, la maternidad no es el camino de rosas que toda mujer cree.
Sin tabúes, con claridad y sin pelos en la lengua. Así habla la periodista sobre lo que ha supuesto para ella ser madre. Y si eso significa que ha perdido calidad de vida, lo dice sin más reparo. Aunque crea, a su vez, que en otras ocasiones mira a sus hijos y piensa todo lo son preciosos, no son ideas contrariadas.
Cree que era hora de que un personaje público saliese hablando de la cara B de la maternidad. Con el fin de romper todos los estigmas creados alrededor de este tema, pretende llegar a las mujeres que no se sienten identificadas con ellos, a las que pretenden serlo por medio de la donación de óvulos y, por qué no, a las que pretenden ser mamás pronto. Porque de ser así, hay que conocer tanto la parte buena como la mala y, una vez sabidas ambas, comenzar a formarse una idea con fundamento de qué será lo que más se adapta a las ideas y la realidad de cada persona.