El papel de madre dura toda la vida
Aquí un ejemplo que lo demuestra a la perfección. Una madre se muda a una residencia para cuidar a su hijo de 80 años
El vínculo entre una madre y un hijo es la fuerza más fuerte que existe sobre la faz de la tierra. No importan las adversidades, no importan los errores porque el amor siempre estará por encima de ellos. Aunque lo tenemos perfectamente claro, existen actos que nos recuerdan esto en algunas ocasiones.
Es el caso de Ada y Tom Keating, dos ancianos cuya historia se ha hecho viral en la red gracias al blog Unilad. En el mismo se cuenta cómo Ada, la mamá de Tom se mudó a su residencia para poder seguir cuidando de él.
Ada tuvo a Tom con tan solo 18 años. Sus vidas siempre han ido de la mano ya que él no consiguió casarse. Siempre ha vivido con su madre hasta que, debido a su edad, comenzó a necesitar una serie de cuidados que su anciana madre ya no podía proporcionarle. Una residencia sería el nuevo hogar de Tom.
Tras varios días separados, Ada consideró que esa no era la vida que quería, ni para sí misma, ni para su hijo. Por ello, decidió mudarse a vivir con él a la residencia donde estaba recibiendo todos los cuidados que necesitaba.
Ahora, el personal es el que se encarga de dar todos los cuidados a Tom, pero Ada ayuda en lo que puede. Mientras tanto, se dedica a ver la tele con él, a dar pequeños paseos,…
Es ella misma la que asegura que nunca se deja de ser madre, mientras que Tom la halaba por ser como es como él, aunque admite que a veces tiene que regañarle todavía.
Todo el equipo sanitario de la residencia está atónito con la estrecha relación que existe entre madre e hijo. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?