Ser Padres

Decoración: “Una habitación de niño mayor”

A medida que el niño va creciendo necesita una decoración en su cuarto que se adapte a sus nuevos gustos y necesidades. Además, ya no es un bebé y no tiene sentido volver a decorar su cuarto sin contar con él.

Te ayudamos a encontrar un equilibrio entre lo que él quiere y lo que nosotros necesitamos para que esté todo ordenado.

Desde hace poco le chiflan los colores fuertes: amarillo limón, verde esmeralda, azul mar, rojo volcán… No tengas miedo a llenar su cuarto de tonos más alegres y vitales y dejar de lado el mundo del pastel. Lo mejor sería mantener un color básico claro, blanco por ejemplo, y combinarlo con pinceladas de color en los muebles, la ropa de cama o incluso en una de las paredes. Así su habitación se llenará de vida, pero sin resultar agresivo a los sentidos. Además, se puede cambiar de nuevo su aspecto general, reciclando los colores.

Manchas en las paredes

A esta edad es imposible que mantengan las paredes impolutas. Una buena idea es pintarlas con pintura plástica o lavable, o colocar hasta la altura del niño un zócalo de un material también lavable y en un color más sufrido. No necesita superar 80 o 90 cm.

Pegatinas gigantes

Otra idea: decorar las paredes con vinilos. Los hay preciosos y la mayoría son desechables y pueden cambiarse por otros distintos. ¿Y qué te parece convertir una pared en una pizarra? Pues también es posible con pintura de pizarra. Solo hay que dar un par de manos y dejarla secar bien (unos cinco o seis días) antes de dibujar encima.

Expositor personal

También suele gustarles enseñar a los demás sus obras maestras. Coloca dos ganchitos en la pared, separados al menos 50 cm y ata un cordón de lado a lado (y todo a su altura). Ahí podrá ir colgando sus dibujos, sus recortables, sus primeros retratos…

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