Estos son los virus más habituales en las primeras semanas del curso escolar
Estos son los seis virus cuya transmisión entre los niños y niñas, tal y como alertan los pediatras, acelera con la llegada del otoño y del comienzo de las clases.
La vuelta al cole implica muchísimas cosas buenas… y algunas malas. Una de ellas, el crecimiento en la transmisión de algunos de los virus que más afectan a los niños y niñas con la llegada del otoño y la vuelta al cole.
El pediatra de urgencias David Andina los llama “sospechosos habituales” y pone nombre y apellidos en sus redes sociales a los seis virus que más se contagian en esta época del año entre los pequeños de la casa. Son los siguientes:
Pie-mano-boca (Coxsackie)
Este es un virus que “se caracteriza por la presencia de llagas en la boca y una erupción cutánea en las manos y los pies”, explican desde Mayo Clinic, cuyo causante más frecuente es un coxsackievirus, un tipo de virus muy concreto. “No hay tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca”, indican desde Mayo Clinic, que advierte de la importancia de prevenirlo mediante el lavado de manos con frecuencia y evitando el contacto cercano con personas que lo padecen.
Exantema súbito (VHH-6)
También llamado roséola o sexta enfermedad, es un virus que afecta en el 90% de los casos, según la Asociación Española de Pediatría (AEP) a niños menores de 2 años.
El exantema súbito puede producirse en cualquier época del año y “se caracteriza por fiebre elevada, generalmente de aparición brusca, seguida de una erupción en la piel que coincide con la desaparición de la fiebre”, explican desde la AEP, que añade a la lista de síntomas otros que pueden aparecer dependiendo del caso como la congestión nasal, el enrojecimiento faríngeo, de los tímpanos y de las conjuntivas, y el aumento de tamaño de los ganglios de la nuca.
“La fiebre suele desaparecer bruscamente, igual que comenzó, tras 3 o 6 días; en ese momento aparece una erupción en la piel de color rojizo o rosado en el tronco que se puede extender a la cara y, en menor grado, a las extremidades”, concluyen desde la AEP.
Mononucleosis (VEB)
La mononucleosis vírica es una enfermedad que puede prolongarse en el tiempo hasta las 4 semanas y que en los casos más graves puede derivar en complicaciones que se alarguen en el tiempo.
Desde la Clínica Universidad de Navarra apuntan que “Se transmite principalmente por las secreciones orales (saliva) mediante besos o intercambio de saliva -por ejemplo, beber de la misma botella-” por lo que el contacto ha de ser estrecho, de ahí que sea más habitual entre niños adolescentes, escolares y adultos jóvenes.
Es fundamental garantizar que cada niño y adolescente, en la escuela y en los entrenamientos o actividades grupales tenga su propia botella, algo que ya hemos aprendido también a raíz de la pandemia de la COVID-19.
Laringitis (parainfluenza)
Esta enfermedad respiratoria aguda produce una inflamación de la laringe, que es la parte inferior de la garganta donde se encuentran las cuerdas vocales. Según el equipo de la clínica Ruber Internacional, afecta “generalmente a niños entre 6 meses y 6 años” y es “más frecuente en los meses fríos”.
Los síntomas más habituales son la tos seca y fuerte, “parecida al ladrido de un perro”, dicen desde Ruber Internacional, de ahí que se la conozca como tos perruna, y también puede ir acompañada de un ruido ronco cuando el niño o niña enfermo coge aire. También es compatible con esta patología la fiebre y la mucosidad nasal durante los primeros días.
Gastroenteritis
La inflamación de la membrana interna del estómago e intestino ocasionada, casi siempre, por una infección vírica, es lo que todo el mundo conoce como gastroenteritis, uno de los virus más conocidas en el ámbito del hogar.
De inicio brusco, son características las deposiciones múltiples al día de consistencia blanca o incluso líquida pero también pueden ir acompañadas por fiebre, vómitos y dolor abdominal. No suele durar muchos días -mejora después de tres días normalmente-, aunque podría alargarse hasta las dos semanas y hay que tener en cuenta que es muy contagiosa.
Infecciones respiratorias
En el saco de las infecciones respiratorias virales entran virus de distinta gravedad; entre ellos, el virus respiratorio sincitial (VRS), cuya incidencia en los lactantes pequeños se da sobre todo de noviembre hasta enero; el rinovirus, a partir del mes de septiembre; y el más famoso, la gripe.
Tal y como se explica en el artículo divulgativo Infecciones respiratorias virales difundido por la AEP, este tipo de infecciones son las más frecuentes en el ser humano. De hecho, “Los niños pueden presentar entre seis y ocho infecciones respiratorias al año, muchas de las cuales, sobre todo las que ocurren en el periodo de lactante, afectan a las vías respiratorias inferiores”, se explica en el documento elaborado por varios miembros del Servicio de Pediatría del Hospital Severo Ochoa de Leganés.