Nacer en pleno vuelo puede traer consigo un regalo muy grande

En el mundo actual, estamos acostumbrados a ver nacimientos en los hospitales. Pero, cuando el nacimiento se produce en un lugar diferente, se convierte en un hecho anecdótico.

La compañía Jet Ariways no imaginaba lo que iba a pasar en su vuelo procedente de India.  Entre sus pasajeros se encontraba una mujer embarazada de 36 semanas de gestación que, para sorpresa de todos, se puso de parto a unos 10.688 metros del suelo. Su bebé quiso llegar al mundo en pleno vuelo y, por fortuna, una de las azafatas del avión había ejercido anteriormente como enfermera y pudo atender al parto sin ninguna dificultad.

Después de nacer, la madre y el bebé fueron trasladados a un hospital de Bombay en perfecto estado de salud.

Lo más curioso de la historia es la forma que tuvo la compañía de celebrar este nacimiento (el primero en toda su historia). La idea que consideraron más idónea fue regalar al recién nacido billetes de avión gratuitos para el resto de su vida.

Todas las aerolíneas tienen su propia guía para las embarazadas que quieran volar, pero casi todas permiten hacerlo de 36 semanas si presentan una autorización del médico para poder hacerlo.

Sin duda, un bebé que todavía no sabe lo afortunado que es ya nada más nacer.