Ser Padres

Por qué ir al parque es una actividad extraescolar recomendable

Hasta los seis años, son cada vez más los docentes y especialistas en educación y psicología infantil que lo recomiendan por encima de cualquier tipo de actividad extraescolar que se desarrolle en un ambiente similar al escolar.

Cada vez son más los docentes y expertos en educación infantil que insisten a padres y madres de que no hay mejor actividad extraescolar para sus hijos hasta los 6 años que el parque. ¿Eres de los que hace caso o de los que va de aquí para allá llevándoles de actividad en actividad?

Robótica, inglés, patinaje, fútbol, teatro… las opciones son enormes para que los peques sigan en clase después del cole. Sin embargo, hasta los seis años, ninguna es tan útil para ellos como jugar en el parque. No quiere decir que no sea positivas, sobre todo las que fomentan la creatividad y la actividad física en ellos, aquellas que permiten dinámicas relajadas y divertidas, pero es que el parque lo engloba todo con una condición que ninguna extraescolar tiene: la libertad de seguir su propio ritmo, sin indicaciones ni obligaciones más allá de los límites lógicos que siempre debemos seguir en sociedad. Y encima es al aire libre, al exterior, con luz natural, en horario flexible y en un entorno saludable y fácilmente controlable, seguro. ¡Y gratis! No se le puede pedir más.

Los expertos coinciden en los beneficios del parque para los niños y niñas de todas las edades, insistiendo sobre todo en el impacto positivo que tiene en los menores de seis años. Estas son sus virtudes más importantes:

Fomenta la socialización

Los niños y niñas juegan con otras personas de su edad o cercana a la suya y lo hacen “bajo sus propias reglas”. Deben aplicar la asertividad, la empatía, el respeto y todo aquello que hace mejor la convivencia.

Potencia la creatividad y la experiencia

El mejor prueba error que existe es el parque. Se les ocurren todo tipo de retos y los prueban. Evidentemente, los adultos debemos controlar que no tomen un riesgo excesivo, pero siempre que sea posible y seguro, hemos de dejarles actuar porque es ideal para que experimenten. Os servirá, de hecho, para tener una pista sobre qué tipo de actividades les pueden gustar de cara al futuro.

Responsabilidad e independencia

Se relacionan sin el control de un adulto, que solo supervisa pero no dirige, y para que todo fluya en la dirección correcta también deben ser responsables. Para evitar conflictos, resolverlos, para no tomar riesgos excesivos, etcétera.

Actividad física

El parque es un gimnasio al aire libre para niños y niñas. Literal. Escalan, saltan, corren, bajan, suben… juegan activamente en definitiva. Y encima lo pueden hacer durante más tiempo que lo que dura una extraescolar y casi sin descanso. Esto conlleva no solo efectos positivos en su salud, sino que también les ayuda a desarrollarse muchísimo a nivel psicomotor.

Beneficios mentales

Actividad en la que desconectan, liberan adrenalina, se relacionan de forma divertida con sus amigos y amigas y todo ello en un clima ideal: al aire libre y en un entorno casi siempre natural. Esto solo tiene beneficios a nivel mental ya que les ayuda a relajarse aunque parezca que en el momento, por la intensidad del juego, les estresa.

Para que el parque sea una actividad extraescolar de éxito es importante fomentar el juego de calidad en dicho entorno. Por un lado, facilitarles el juego, no solo llevándoles y dejándoles un rato largo y no los típicos veinte minutos “para que se queden tranquilos”, sino también dando por bueno que se manchen, por ejemplo.

Además, conviene no sobreprotegerles: una cosa es supervisar, sobre todo por el riesgo que puede suponer algunas ideas que tienen, y otra intervenir en todo. En los conflictos, tomad el papel de mediadores solo cuando sea necesario; dad la oportunidad a los peques de que resuelvan sus conflictos con autonomía.

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