¿Por qué mi hijo siempre está ronco?
La ronquera, también llamada disfonía, es un problema frecuente en muchos niños a partir de los 5-6 años. Las causas por las que nuestro hijo se queda ronco son muy variadas, aunque la mayoría de las veces la ronquera se produce porque el niño realiza un sobreesfuerzo de la laringe, en definitiva, porque grita mucho.
Muchas veces, los mismos padres estamos fomentando que nuestro hijo se quede ronco. Los niños tienden a imitar nuestros comportamientos, y si nosotros acostumbramos a hablar muy rápido y a gritos, él también acabará por hacerlo. Lo mismo pasa en el colegio: los niños copian rápidamente los hábitos de sus compañeros, y, en el recreo, con todo el ruido de fondo, elevan de forma inconsciente el tono de voz para hacerse oír.
Por otro lado, las enfermedades que afectan a las vías respiratorias como bronquitis y laringitis también favorecen la aparición de ronquera. Por eso es más habitual que los niños se queden sin voz en invierno, ya que es cuando se producen más catarros e infecciones de garganta.
La personalidad de tu hijo puede influir en la ronquera: algunos niños de carácter muy extrovertido, con tendencia al liderazgo y a la hiperactividad, acostumbran a gritar más y a hacer un sobreesfuerzo en la musculatura del cuello cuando hablan. Otros aspectos como las malas posturas o la respiración inadecuada al correr, hablar, cantar y realizar distintas actividades también influyen en la ronquera de los niños.
Consejos para prevenir la ronquera
Para prevenir la ronquera desde pequeñitos, lo mejor es acostumbrar a nuestros hijos a adoptar una serie de hábitos de “higiene vocal” muy sencillos:
Virginia González Almansa es logopeda experta en atención temprana y patologías de la voz, centro EDUCO (Córdoba).