Ser Padres

Una madre termina en la cárcel tras castigar sin móvil a su hija adolescente

Una madre de Estados Unidos ha terminado en la cárcel por hacer lo que debía: educar a su hija correctamente. El padre de la menor acudió a una comisaría para declarar que él era el dueño del móvil y que, por tanto, lo sucedido había sido un hurto, provocando que la mujer terminara en la cárcel.

Hoy en día muchos adolescentes se pasan el día pegados al móvil por mucho que sus padres intenten restringirles el uso. Es una pelea constante que muchas veces acaba en enfados por ambas partes, pero los adultos lo hacemos para intentar ayudarles. Cuando descuidan las tareas, los deberes o no prestan atención, muchas veces terminamos discutiendo y castigándoles sin móvil. ¿Imaginas que te denuncian por ello? Eso es lo que le ha pasado a Jodie May.

Frente a una discusión por el uso del móvil, optó por quitarle el dispositivo a su hija, un castigo más que común hoy en día, y terminó siendo denunciada por su exmarido y padre de la joven. El hombre, quien afirmaba ser el dueño del dispositivo confiscado por Jodie, acudió a la comisaría de su ciudad para interponer una demanda contra la madre de su hija. Allí, declaró que lo que Jodie había cometido era un hurto, asegurando que el móvil había sido robado ya que no le pertenecía, y logrando que la madre de su hija terminase en el calabozo ese día.

La madre de la niña afirmó que simplemente quería educar a su hija, pues había sido amonestada en la escuela por culpa del dispositivo electrónico, y ese intento de aleccionar a la joven le pudo costar 186 días de cárcel: 93 por un cargo menor de robo por la denuncia de su exmarido y 93 días por otro cargo igual que interpuso la fiscalía tras conocer los hechos pasados. Jodie fue arrestada en mayo, pero fue liberada inmediatamente con una fianza de 200 dólares. El problema eran los cargos a los que tenía que enfrentarse en el juicio.

La jueza falló a favor de Jodie

Finalmente, Jodie fue absuelta de los cargos. En el juicio se demostró no solo que el móvil no era propiedad del padre sino de ella, algo que investigaron y que la propia hija y la madre afirmaron, invalidando la declaración del padre y exmarido, y que había sido un castigo para la niña siendo Jodie su madre. Estos hechos cambiaban el significado de la demanda y la acusación completamente. “La madre demandada es la madre del menor, creo que cambia el caso significativamente” admitía la fiscal, convenciendo a la juez para que absolviera de todos los cargos a su cliente.

Ante la demanda de que se desestimaran todos los cargos contra Jodie, la juez aceptó afirmando que tan solo era una madre disciplinando a su hija, algo completamente normal en la conviviencia entre padres involucrados en la eduación de sus hijos, y estos. May abandonaba el juzgado feliz por haber sido absuelta por la juez, pero a la vez consternada por todo lo que había pasado, y la situación que habían tenido que vivir tanto ella como su familia. “Solo estaba siendo una madre preocupada e involucrada en la educación de mi hija, intentando disciplinar su comportamiento.”

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