Educación musical, una forma de expresar emociones
Muchos padres, desde que tenemos un bebé, queremos que nuestro hijo aprenda música cuanto antes. Pero… ¿cuándo deben empezar?
Si se lo enseñamos como un juego, a partir de los tres años pueden iniciarse en el ritmo, los instrumentos, los sonidos o la voz.
No debemos imaginar a nuestros hijos practicando solfeo o ensayando una y otra vez piezas para violín. El ambiente de las clases de música para niños de esta edad es muy diferente. El juego es la mejor forma de iniciarse en la música a esta edad.
¿Cómo iniciarse?
El objetivo es acercar a los niños al lenguaje de los sonidos con el fin de que lo utilicen para expresarse. Pero no a partir de prácticas complejas, sino de situaciones que sean alcanzables para ellos. Se trata de hacerles comprensible este lenguaje a través de la sensibilidad y la intuición.
Cómo aprovechar la edad más creativa
- La etapa de los 4 a los 8 años es muy rica en el terreno de la imaginación, la fantasía y la intuición.
- Hay que aprovechar esta etapa para acercarle al ritmo, los instrumentos, el sonido, la voz, la notación musical... siempre a través del juego, para despertar en él la sensibilidad auditiva y musical.
- El objetivo de la educación musical en los niños no es crear virtuosos del piano o del violín, sino abrir el mundo de sensaciones y emociones que encierra este lenguaje; que sean capaces de entender estos mensajes y disfrutar con ellos; y que también puedan expresarse utilizándolos.
Cada lección en su momento oportuno
- Cada enseñanza hay que impartirla en su momento justo. ¿Puede un niño de 4 años tocar una sonata para violín?
- No se trata de pensar qué es lo que puede hacer un niño a esta edad, sino qué es lo más conveniente para su desarrollo. Las destrezas técnicas específicas pueden desarrollarse a partir de los 7 u 8 años.
- A esta edad la educación debe ser lo más abierta posible. El objetivo principal es que los niños se expresen a través de la música.
- Es importante que la educación les facilite todas las posibilidades y que sean ellos quienes elijan con el paso del tiempo, según sus preferencias y capacidades.
¿Qué les aporta el lenguaje musical?
Los beneficios son muchos, pero se pueden resumir en:
¿Es posible educar su oído desde pequeños?
Tener sentido del ritmo o un oído fino no es una cuestión genética. Desde pequeñitos podemos fomentar el desarrollo de esta sensibilidad en los niños. La clave está en rodearles de un ambiente musical.