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¿Gripe o resfriado común? Claves para diferenciarlos

Cada año, con la llegada del invierno, se producen muchos casos de resfriado común y gripe. Ambas enfermedades comparten algunos síntomas muy similares, que pueden hacer que se confundan.

Los síntomas del resfriado común pueden ser bastante similares a los síntomas de la gripe en los más peques de la casa. Por tal motivo, aprender a diferenciar cuando nos encontramos ante un resfriado o una gripe es de vital importancia, aunque en la mayoría de las ocasiones, los cuidados suelen ser prácticamente los mismos, dado que a no ser que surjan complicaciones, es común que la enfermedad termine por curarse sola al no existir tratamientos curativos sino paliativos (es decir, ayudan a reducir y/o mejorar los síntomas, pero no a curarlos).

Es normal que muchas mamás y papás esperen que sus hijos se resfríen cada año, al menos una o dos veces, especialmente durante los meses de otoño o invierno, cuando el riesgo tanto de resfriado como de gripe es mucho mayor. Este año, por ejemplo, en nuestro país la tasa de gripe alcanzó el nivel de epidemia, registrándose a comienzos de enero una incidencia de 109,4 casos por cada 100.000 habitantes.

Las principales causas del resfriado común y la gripe

Lo cierto es que tanto el resfriado común como la gripe son causados por un virus. Los virus son parásitos microscópicos, generalmente con un tamaño menor que las bacterias, y que carecen de la capacidad de continuar viviendo y reproducirse fuera del cuerpo del huésped.

En el caso del resfriado común, también conocido como infección respiratoria superior puede ser causado por varios virus, y generalmente, no se lleva a cabo ningún tipo de prueba médica con el fin de diagnosticar qué tipo de virus ha causado o está causando la enfermedad.

En el caso de la gripe ésta es causada por el virus de influenza específico, existiendo varias cepas que circulan a lo largo del mundo cada año.

¿Cuáles son los síntomas del resfriado y cuáles los de la gripe?

La realidad es que los síntomas del resfriado y de la gripe suelen ser similares: dolor de garganta, congestión nasal o goteo nasal, dolor muscular, fatiga, dolor de cabeza y/o fiebre. Esto significa que, ambas enfermedades, en verdad comparten una amplia variedad de síntomas.

Sin embargo, sí es posible encontrar una diferencia entre ambas, lo que nos podría ayudar claramente a saber si nuestro hijo está sufriendo una gripe o si se trata de un simple resfriado común: la gravedad y el inicio de los síntomas, ya que tienden a ser algo diferentes.

Por ejemplo, si se trata de un resfriado común los síntomas suelen aparecer de forma gradual. Es común que éstos comiencen con dolor de garganta, para luego pasar gradualmente a tos, secreción nasal y/o estornudos. El pequeño también puede tener fiebre, pero ésta se caracteriza por ser más bien leve. Además, los síntomas pueden durar entre 3 a 10 días.

Pero si se trata de una gripe los síntomas tienden a aparecer rápidamente. Podríamos traducirlo como un “ataque sorpresa”. Es decir, el niño comenzará a sentirse muy enfermo de manera verdaderamente rápida. De esta manera, puede quejarse de dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad y cansancio, y todo ello de forma súbita. Además, es habitual que la fiebre tienda a ser más alta, y tu hijo podría experimentar escalofríos.

Y en el caso particular de los niños con gripe, suelen ser más propensos a tener vómitos o diarrea. Por suerte, la mayoría de los niños mejoran de 5 días a 2 semanas.

El tratamiento de la gripe y el resfriado común

Si el pequeño tiene un resfriado común no se necesitan medicamentos específicos. Es importante mantenerlo bien hidratado, y pedirle que se suene la nariz varias veces al día, lo que ayudará a expulsar la secreción nasal. En caso de que se trate de un niño muy pequeño o incluso de un bebé, lo mejor es aspirarle la nariz con cuidado.

Además, en ambas enfermedades el descanso y la administración de líquidos es fundamental. Es decir, es importantísimo que el pequeño descanse según sea necesario. En caso de resfriado, el pequeño puede continuar yendo a la escuela si no tiene fiebre.

Por otro lado, no se recomiendan los medicamentos para la tos o para el resfriado en los niños, siempre y cuando no hayan sido prescritos por su pediatra.

En caso de que el niño tenga gripe lo mejor es mantenerlo en casa, y no llevarlo a la escuela, hasta que mejore por completo y desaparezcan los síntomas. En caso de gripe lo más común es que el pequeño tenga una mayor necesidad de descansar, así como de tomar más cantidad de líquidos.

La mayoría de las veces el niño mejorará con líquidos y con descanso. Aunque, según sea necesario, puede ser posible administrar medicamentos para reducir la fiebre y el dolor asociado a la misma. Pero se recomienda siempre preguntar a su médico.

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