Ser Padres

Perros y familia: la importancia de enseñarle las normas

Aunque nos resulte extraño los perros nos ven como a sus iguales. El peludo que convive en nuestra casa está preparado para comunicarse con nosotros y para convivir con nuestras circunstancias.

Somos bastante más altos, andamos a dos patas y no tenemos el cuerpo cubierto de pelo como ellos (algunos), pero los perros nos ven como a un ser similar a él, de su manada.

No nos gusta hablar de dominancias ni estatus dentro del grupo pero lo que sí queremos dejaros claro es que tenéis que establecer unos deberes para/con el perro y un respeto que tiene que ir en ambas direcciones.

Si una mascota no entiende o no se le deja claro qué queremos de ella se sentirá confundida, estresada y será el momento en el que aparezcan los “problemas de conducta”. Un animal no actuará de mala fe. Si tiene un comportamiento que nos molesta será a causa del estrés, nerviosismo, compresión del estatus familiar…

Tenemos que aprender a transmitirle mensajes cortos pero coherentes, que sean los mismos de parte de todos los miembros de la familia para que se sienta relajado y atento para comprendernos y seguir comunicándose con nosotros.

Los perros no va a ser menos libres ni menos felices por aceptar las normas de la casa. De hecho, si desde el principio les mostramos cuál es su sitio y las cosas que están bien hacer, serán perros equilibrados y unidos a nosotros.

Los perros aceptan nuestras normas

Por supuesto, deberemos enseñarle esos comandos mediante ejercicios de entrenamiento comportamental, la mejor manera es convirtiéndolo en un juego.

Al establecer un espacio para él donde debe dormir y donde se juega, estaremos indicándole sus lugares especiales, algo parecido a ofrecer un cómodo sofá a nuestras visitas. Crear esas zonas es darle una rutina y tranquilidad a tu mascota, que sabrá dónde tiene que dirigirse dependiendo de sus necesidades. Antes de mostrarle cuáles serán esos lugares, tenemos que hacer consenso en la familia y dejar claro qué habitaciones son de uso privado para el humano y cuáles son las que querremos compartir con él.

Para que se acostumbre a una zona, lleva su cama ahí. Cuando notes que quiere juguetear, llévale a esa zona y juega un rato con él y sus juguetes favoritos. Si se mantiene en ese lugar e interacciona como quieres contigo, dale una chuche y las mejores de tus caricias. Si por más que lo intentas no responde al entrenamiento, busca otro lugar de ocio.

Pasión por la vida

Más de 45 años acompañando a las familias

Suscríbete por sólo 6 euros al mes y disfruta de nuestra revista

Suscríbete
Suscríbete a Ser Padres
tracking