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Perros que consiguen que los niños lean

Los perros de lectura logran que niños a los que no les gusta leer o tienen dificultades acaben leyendo. Y por gusto. Te contamos cómo lo hacen y en qué sentido pueden ayudar a fomentar la lectura en los niños.

Con un niño, un perro, un libro, una manta y un terapeuta, así empieza una sesión de lectura muy especial y, desde luego, de las más divertidas que pueda imaginar un pequeño. Además, esta terapia perruna tiene probados beneficios entre la población infantil tales como el aumento del hábito lector, de la concentración, el autocontrol, la autoestima y confianza en uno mismo, la relajación y hasta la mejora de la relación con los demás.

Perros y Letras son representantes en exclusiva del programa R.E.A.D. en España, un sistema de lectura con canes con origen en Estados Unidos, cuyo principal objetivo es ayudar a niños a mejorar su capacidad lectora. “Es el centro el que elige a los niños que se puedan beneficiar. Antes de empezar a leer, tenemos una reunión con el centro para saber exactamente qué hay que trabajar con cada niño porque la lectura siempre es individual. Se lee 20 minutos en un espacio tranquilo que suele ser la biblioteca del cole. Nos sentamos en la manta de trabajo, en el suelo, y nosotros llevamos los libros adecuados en función de lo que nos han dicho previamente sobre los gustos o las características de los niños. Ellos eligen el libro y se empieza a leer en alto”, nos cuenta Elena Domínguez, directora de Perros y Letras.

Lo bueno de los perros es que jamás juzgan, como sí hacemos los humanos, por lo que los pequeños no se sienten presionados para no cometer ningún fallo ni tristes si se equivocan. Simplemente se lanzan a la aventura de leer, sin miedos ni reprimendas y con la motivación extra de tener a un can a su lado (¿a qué niño no le gustan los perros?).

Los perros de lectura corrigen amablemente con un toquecito de pata, como diciendo: “Oye, eso no me ha sonado bien. Igual te has equivocado. ¡Prueba otra vez!”. Sin presiones, sin juicios y con la ternura de un perro, la lectura se convierte en un acto lúdico, divertido y motivador para el niño.

“Lo que más nos comentan en los coles y las familias es que muchos de los niños que participan en las terapias luego se acercan de manera natural al libro, incluso empiezan a leer en su casa. Le leen a su propio perro, al hámster, a la pecera, al gato… pierden ese miedo o aprensión que puedan sentir hacia el libro. A nivel académico, nos dicen que se mejora mucho la fluidez y la comprensión lectora. También destacan el tema de la autoestima, son niños que empiezan a sentirse mejor con ellos mismos, más seguros y competentes en la tarea lectora. Además, se sienten los elegidos para algo que sí apetece hacer”, continúa Domínguez. Esto funciona, más claro, agua.

¿Cómo debe ser un perro de lectura?

Estamos en la feria Iberzoo+Propet 2019, en el stand de Dingonatura, empresa de alimentación para mascotas que emplea en sus preparaciones ingredientes naturales. Allí también está Eka, una encantadora galga de color negro azabache y vivaces ojos que participa en el programa R.E.A.D. España. La galguita es toda una relaciones públicas que se acerca a hacer a amigos sin pensárselo dos veces, nadie puede resistirse a regalarle una caricia, transmite tanta ternura con la mirada…

“Desde Estados Unidos se exige que los perros pasen exámenes cada dos años para ver que están preparados. Los perros de lectura tienen que ser muy sociables, que busquen el contacto con la gente y que sean obedientes”, afirma la directora de Perros y Letras.

Los canes se seleccionan atendiendo a su temperamento y aptitud, nunca a sus características físicas o a si es macho o hembra. Tienen que ser tranquilos, pacientes y poseer una gran capacidad de concentración para no distraerse con estímulos externos durante las sesiones de lectura. También deben dejar que se les manipule y resistir con buen talante y estoicismo las distintas sesiones.

Los perros del programa R.E.A.D. suelen estar muy conectados emocionalmente con su guía (el terapeuta) y esta coordinación perro-humano hace que el animal esté atento en todo momento a la persona para que la sesión sea activa y amena para el pequeño lector.

Otras de sus cualidades son su gran capacidad de adaptación a nuevos entornos y situaciones, la empatía y el estar bien socializados con un nivel básico de adiestramiento en obediencia.

Perros y Letras R.E.A.D. España lleva a cabo su labor con el apoyo de entidades y empresas colaboradoras, entre ellas Dingonatura.

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