Abogando por el juego infantil: iniciativas que arrasan en Madrid
Que Madrid aboga por la importancia del juego infantil es una realidad. Basta con ver la cantidad de iniciativas que se están llevando a cabo y que permiten que los peques se lo pasen en grande mientras aprenden fuera del horario escolar.
El juego es un derecho de la infancia. Y no lo decimos nosotros, lo dice el artículo 31 de la Convención sobre los derechos del niño, que establece que “Los estados Partes reconocen el derecho del niño y la niña al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
Y es que, más allá de un mero acto de entretenimiento, el juego aporta numerosos beneficios al aprendizaje de los más pequeños. De hecho, se trata de uno de los mejores vehículos para la enseñanza, puesto que jugando se encuentran en su hábitat natural.
Pues bien, partiendo de esta base, tenemos una cosa clara: es obligatorio dejar que los más pequeños se relacionen y jueguen con sus semejantes. Pero, ¿qué pasa en la actualidad? Los juegos tradicionales han quedado relegados a la mente y al uso de unos pocos, correr detrás de un balón en la calle es una escena cada vez menos frecuente (sobre todo en grandes ciudades) y los parques y columpios infantiles cada vez están más vacíos.
La situación se torna especialmente desagradable si atendemos a los días en los que la climatología no acompaña: entonces cada niño se mete en casa desaprovechando todas las ventajas de la sociabilización con el resto. El juego en equipo, el compartir experiencias y resultados, las risas entre amigos…
Madrid, ciudad con suerte
Por suerte, en Madrid se han dado cuenta de la necesidad de crear espacios inclusivos y habilitados para el juego de los más pequeños. El Ayuntamiento creó la red ‘Proyecto Casa Grande’ que se definen en la web como “un espacio de ocio para que las familias puedan jugar con sus hijos e hijas e intercambiar experiencias relacionadas con la crianza y cuidado de niñas y niños”. Dirigida a cuidadores de niños de hasta cuatro años residentes en Madrid, son espacios en los que los peques pueden dibujar, jugar, asistir a talleres y actividades grupales e, incluso, recibir ayuda psicológica y de educación social. Todo de manera gratuita. ¿El problema? De momento solo se pueden beneficiar de él los barrios de Carabanchel, Tetuán, Ciudad Lineal y Villa de Vallecas.
Ligado a este se encuentra el ‘Espacio Abierto’ de la Quinta de los Molinos, dedicado expresamente a la infancia, la adolescencia y las familias. Ellos mismos se presentan como un ‘cuarto de estar’ en el que todo el mundo puede disfrutar por libre o mediante las actividades programadas. Este espacio presume de ser el primer Centro Cultural del Ayuntamiento de Madrid dedicado exclusivamente a esta labor.
Además, el Espacio Matadero organiza diferentes actividades especialmente dedicada a los más pequeños. Ejemplo de ello es ‘Espacios para el juego, modelos para una ciudad donde caben los niños’; un ciclo de intervenciones artísticas que se llevan a cabo en su nave Intermediae y en la que diferentes artistas son invitados para trabajar jugando con los más pequeños.
Proyectos frustrados
Además de estas iniciativas, son muchos los colectivos ciudadanos que luchan por sacar otras adelante. Es el caso de ‘Derecho a Jugar’, un proyecto que se incluyó hace dos años en el apartado de participación ciudadana de la web del Ayuntamiento y que recibió los suficientes apoyos como para ser aprobado.
Este pretendía convertir a la capital en ‘una ciudad amigable con la infancia’ llevando a cabo acciones como la creación de una red de ludotecas municipales, de refugio para seguir jugando cuando las condiciones climatológicas dificulten el juego al aire libre. También hacían un llamamiento para habilitar polideportivos, centros culturales y otros edificios infrautilizados en todos los barrios de Madrid y convertirlos en espacio de juegos interiores y climatizados.
Eso sí, de acuerdo al diario.es, no recibió el suficiente apoyo como para ser puesto en marcha.