
Ideas deliciosas
Postres para conseguir que tus hijos coman fresas
Ni a estas ni a su primo hermano, el fresón, les hace falta acompañamiento o forma alternativa para brillas porque están buenísimas tal cual, pero estas diez alternativas son ideales para tomarlas de otra manera.
Los frutos rojos, en general, son un alimento magnífico desde el punto de vista nutritivo pero también del culinario. Y es que pocas personas le niegan el bocado a unos arándanos, unas moras o unas fresas de temporada.
En concreto, estas últimas son una rica fuente de vitamina C, y el 85% de su sabor es agua, por lo que apenas tiene calorías. Además, aporta nutrientes como la fibra que son fantásticos para la dieta de los niños, y también son un potente antioxidante, por lo que refuerzan el sistema inmunitario, tal y como ocurre con la gran mayoría de las frutas.
Las fresas, propias del verano, tienen a un primo hermano, el fresón, que nos permite disfrutarlas en casa ya desde finales del invierno y durante prácticamente toda la primavera, sobre todo en el primer tramo de la misma. Es, de hecho, el fresón el que más se consume en los hogares porque su producción es mayor a nivel nacional, si bien ya no es tan extraño encontrar fresas de cultivo en verano en los supermercados y fruterías.
En cualquier caso, aunque existen matices en su sabor, suelen encantar tanto las fresas como el fresón también a los niños, que las disfrutan con leche, con zumo de naranja, con un poquito de azúcar, maceradas con vinagre y hasta, si están ricas, solas.
Dado que no aguantan mucho ni siquiera en la nevera y que es más económico comprarlas en cantidades grandes, hemos pensado que puede serte de gran ayuda saber formas alternativas en las que los peques también las disfrutarán. Algunas son más elaboradas que otras, pero las diez ideas, te lo garantizamos, son un éxito.
Además, siempre puedes utilizarlas también en platos salados. Ya se sabe lo mucho que les cuesta a los niños comer verduras de hoja verde salvo casos excepcionales, por eso nos parece que en ensaladas las fresas son un acompañante magnífico que puede sorprenderles. Es más, si no lo habéis probado nunca, no dudéis en poner un puñadito en vuestra “ensalada de la semana” ni en animaros a preparar un gazpacho o salmorejo con esta fruta como protagonista.

Un sencillo postre nutritivo que puedes hacer sin edulcorantes y manteniendo la fibra de la fruta si la pasas entera. Utiliza yogur natural o griego, leche, fresas y otras frutas al gusto- frutos rojos o plátano, ejemplo- para hacer un smoothie espectacular.

Un clásico de la repostería son las fondues de chocolate en la que está tan “rico” mojar la fruta como comérsela. Y si hay una fruta a la que el chocolate caliente le va que ni pintado, esa es la fresa y el fresón.

Hay tantas versiones que te costará elegir cuál hacer, si bien la más habitual es la que lleva una masa sucrée de base con las fresas adornando en la parte superior. De esta misma receta hay muchas versiones. Nuestro consejo, que cuides la presentación porque a los niños les apetecerá el triple si ven que tiene buena pinta.

Agua, azúcar y láminas de gelatina neutra es todo lo que necesitas para, con un buen puñado de fresas, hacer una gelatina natural casera que los peques pueden disfrutar sola o acompañando otra elaboración.

Hay versiones clásicas que incluyen azúcar, pero si quieres preparar una alternativa saludable y sencilla, congela fresón y cuando lo saques, sin descongelar, tritúralo directamente con queso batido 0%. Nutritivo, rico y refrescante.

Un secreto que no todo el mundo conoce porque mucha gente prefiere las fresas con nata es el de combinarlas con queso mascarpone. Añade un chorrito de leche al queso y mueve a mano para conseguir la textura deseada y puedes añadir un poco de cacao en polvo antes de servir para que les resulte más atractivo si cabe a los peques de la casa.

La tarta de queso con base de galleta acepta casi todos los ingredientes en la masa junto al queso crema, y las fresas y el fresón no son menos. Añade unos trozos machacados y guarda otro puñado para poner en la capa superior, y tendrás una tarta de las que no se olvidan.

Un yogur griego o natural es la base perfecta para añadir un puñado de fresas (o fresón picado) y tener un desayuno o merienda supernutritivo. Hay peques que además añaden algún fruto seco machacado, alguna semilla o, incluso, otras frutas. Lo acepta casi todo esta combinación.

La opción más sencilla y saludable la dejamos para el final. Hay veces que no hay más que colocar bien la fruta troceada en una fuente o insertarla en una brocheta junto con pedazos de manzana, piña, melón o la fruta que te parezca. Cuanto más colorida y apetitosa resulte, más gustará a los peques.