
Ford S-Max Hybrid ecología en familia
Para familiar numerosas, o para aquéllos que no quieren tener problemas de espacio nace esta nueva versión del S Max con etiqueta ECO que nos permite circular en ciudad sin problemas y además podemos hacer uso de sus siete plazas o de su inmenso maletero.
Ford vuelve a poner de moda los monovolúmenes grandes con esta variante del S-Max completamente actualizado e híbrido que ofrece un interior homologado hasta para siete ocupantes, a lo que hay que su motor híbrido, lo que nos permite aprovecharnos de su etiqueta ECO para circular en ciudad. De hecho no existe una alternativa real a este automóvil si tenemos en cuenta su precio de venta, pues los SUV de siete plazas híbridos son mucho más caros.
Las dos plazas de la tercera fila se ocultan en el piso del automóvil de forma rápida y sencilla, dejando un espacio de carga libre de más de 1.000 litros de capacidad, impresionante, que podemos aumentar hasta los 2.200 si optamos por usa sólo las plazas delanteras. Además la segunda fila nos permite usar tres sillas de niño simultáneamente y disponen de un raíl por el que deslizan hasta 15 centímetros para ganar espacio de maletero o de rodillas en caso de que sea necesario.
La tercera fila de asientos se abate desde el maletero de forma semiautomática pulsando una botonera, y quedan enrasados en el suelo del automóvil. Las dos plazas de esta tercera fila son más que correctas en amplitud para que dos niños viajen sin el menor problema, y además encantados, pues será toda una aventura para ellos.
El S-Max cuenta con un sistema híbrido compuesto por dos motores, un gasolina de 150 caballos y otro eléctrico de 125. Cuando funciona los dos simultáneamente la potencia total es de 190 caballos, mas que suficiente, y si bien es cierto que el motor eléctrico puede mover el coche con hasta dos kilómetros de autonomía, la realidad es que su misión es asistir al propulsor de gasolina para reducir los consumos.
Su compañero Galaxy recibe las mismas modificaciones, pero su carrocería algo más grande y una puesta a punto más cómoda lo hace más confortable en el caso de que nuestra intención sea usarlo fundamentalmente para viajar. En ambos casos el precio con descuentos ronda los 40.000 euros.

No es sencillo encontrar en el mercado un vehículo de siete plazas que luzca la etiqueta ECO en su luna delantera, sobre todo a un precio de venta más que razonable, desde 40.000 euros, y cargado de equipamiento hasta arriba, caso de este Ford S-Max que además está fabricado en España.

Al volante no echamos nada a faltar en su equipamiento de comodidad y seguridad , tenemos incluso masaje en las magníficas butacas delanteras forradas en piel o un inmenso portón trasero de apertura eléctrica que además podemos accionar si pasamos el pie bajo la matrícula posterior, muy cómodo si llevamos las manos ocupadas.

Pese a medir 4,8 metros de longitud, en ciudad se desenvuelve con soltura, gracias a una dirección suave al tacto y precisa y rápida y a una posición de conducción elevada con mucha visibilidad. En carretera la comodidad es extraordinaria para todos los ocupantes aunque no está exento de cierta deportividad gracias a su motor híbrido de 190 caballos.

La iluminación de tipo led delantera y trasera se traduce en seguridad cuando circulamos de noche. Además la iluminación se activa de forma automática y se cambia para no deslumbrar a otros coches en la carretera. La iluminación interior también es muy completa para que puedan leer en todas las plazas, incluso de noche.

La pantalla táctil multimedia nos permite manejar la mayor parte de automatismos del vehículo, además dispone de un completo sistema de reconocimiento de voz para que no tengamos que separar las manos del volante para cualquier acción, de nuevo por nuestra seguridad. Dispone de sistema de wifi para que conectemos hasta una decena de equipos a la vez.

Dentro es difícil encontrar referencias de habitabilidad de algún otro coche en el mercado, con elementos de seguridad y comodidad tan apreciados y poco habituales como las butacas delanteras eléctrica y calefactadas y que además pueden disponer de función masaje, si olvidar un diseño ergonómico que ofrece un magnífico agarre a los ocupantes.

Entrar hasta la tercera fila es sencillo; basta con deslizar y bascular las butacas de la segunda fila, algo que se hace sin ninguna dificultad y nos proporciona un magnífico pasillo de acceso hasta esa zona del habitáculo, en el que dos niños pueden viajar sin problemas, no tnto adultos. En total siete pasajeros con algo de maletero.

El acabado de Ford ST Line, el más deportivo, combina a la perfección con este color rojo. Incluye llantas específicas, cristales tintados en negro y diferentes detalles, todos ellos de ámbito deportivo, sin ceder nada de su comodidad y polivalencia, y con un tacto de conducción algo más firme. Los cristales oscurecidos nos dan privacidad y protegen de los rayos solares en verano.

Sus 190 caballos provenientes de un motor híbrido son más que suficientes para desenvolvernos con solvencia en carretera y adelantar sin ningún problema. Además la asistencia del motor eléctrico nos proporciona siempre unas excelentes aceleraciones, tiene además cambio automático de funcionamiento muy progresivo y suave.

Aunque su batería es de baja capacidad, cuenta con un sistema de autorrecarga que hace que no sea necesario enchufarla para recuperar su nivel de carga, de hecho aprovecha para rellenarse tanto en las frenadas como en las cuestas abajo y cuando circulamos en inercia, todo ello sin ser conscientes en ningún momento. Es la ventaja de este tipo de híbridos no enchufables.

Su hermano mayor el Ford Galaxy recibe los mismos cambios, incluido el motor híbrido, al ser cinco centímetros más largo ofrece algo más de espacio interior, así como una carrocería más alta. En conjunto renuncia a cualquier deportividad y es mucho más cómodo que el S-Max, pero si eres de los que te gusta conducir, entonces te recomendamos el S-Max. El espacio interior varía muy poco.