
Motor
Hyundai Kona N, para familias radicales
El Hyundai Kona N llega para ser el compañero perfecto de aquellas familias que encuentran en la gasolina y los circuitos una gran pasión.
A cualquier amante del motor le gustan los coches deportivos y a los que no encuentran en las cuatro ruedas una pasión, también. Los vehículos deportivos suelen ser más atractivos que las versiones estándar. Unos encontrarán en el incremento de prestaciones un argumento, o en un dinamismo más exigente pero satisfactorio y emocionante. Otros verán en su estética, habitualmente más agresiva y plagada de detalles exclusivos y muy vistosos su argumento. Y no hablamos ahora de coches como un Ferrari o un Lamborghini, sino de ediciones deportivas de coches de calle, en este caso del Hyundai Kona, un SUV compacto del segmento B y uno de los coches más vendidos de la firma surcoreana.
Y es que Hyundai ha lanzado recientemente el Kona N, que recoge el testigo del i30 N, el i30 Fastback N y del i20 N como los coches más radicales de la compañía. La marca hizo debutar el primero hace apenas cinco años sorprendiendo a la industria con un compacto deportivo que destacaba no solo por su motor, sino por una propuesta muy interesante y equilibrada entre deportividad, radicalidad y una relación calidad-precio sin rival en un segmento dominado por Cupra, los GTI de Volkswagen o vehículos como el Civic Type-R y el Ford Focus RS. Pero Hyundai no ha querido quedarse con el compacto como único deportivo y ha apostado por expandir esta propuesta al resto de su gama, con variantes igualmente efectivas y sorprendentes del pequeño i20 y del SUV compacto Kona.
El Kona N se posiciona como la opción más emocional del todocamino pequeño de la marca y añade un plus de versatilidad a esta gama designada con la decimocuarta letra del abecedario. Como el resto de coches ’N’ monta un motor de gasolina T-GDI de 2.0 litros y 280 CV de potencia y, también como sus hermanos deportivos, ha sido puesto a punto en el circuito más exigente del mundo, el conocido como el ‘Infierno Verde’, Nürburgring. Así, el resultado es un vehículo perfecto para aquellas familias que estén dispuestas a sacrificar cierto confort y espacio, aunque ofrece la máxima seguridad, habitabilidad de sobras para cinco ocupantes y 361 litros de maletero, por unas prestaciones impresionantes.

Su nombre oficial es Azul Performance y es el color oficial de los coches ’N’ de Hyundai. A este exclusivo tono se le añaden múltiples detalles en color rojo, en este caso en los frenos, el difusor trasero, las aletas laterales y en otros elementos decorativos. Sus llantas son, de serie, de 19 pulgadas en tono aluminio.

Como suele ocurrir con las versiones deportivas, es más radical en su diseño gracias a cambios importantes en cuanto a las versiones estándar. En este caso, presenta unas entradas de aire más grandes y afiladas en el paragolpes, así como un tramado distinto en la parrilla delantera, además de los detalles rojos antes citados.

Su interior también sufre modificaciones de carácter deportivo, como los botones para seleccionar los modos ’N’ de conducción en el volante o gráficos y aplicaciones exclusivas para exprimir sus prestaciones, pero mantiene el mismo espacio delantero y trasero, así como un maletero que se sitúa en la media del segmento, para no perder versatilidad.

El conductor podrá elegir entre cuatro modos de conducción para disfrutar de todo su potencial, el Eco y el Normal, que se centrarán en la conducción calmada y más confortable posible, el Sport, que sacará todo el jugo de sus 280 CV de potencia, y el Custom, con el que podrá elegir la configuración de cada componente para una experiencia personalizada.

Su precio lo coloca en la media, de nuevo, del segmento. Los 44.900 euros desde los que parte le colocan por encima del Ford Puma ST, uno de sus rivales directos, pero por debajo del Volkswagen T-Roc R, otro de sus contrincantes en este nicho extremo del segmento SUV.