
Motor
¿Necesitas un coche? Estas son tus opciones
Hace tiempo que ir al concesionario y firmar una financiación dejó de ser el único modo de comprar un vehículo. Estas son las opciones más habituales en la actualidad.
Comprar un coche es una de las inversiones más importantes en la vida de una persona. Aunque cada vez hay más alternativas en las grandes ciudades, donde cada vez menos jóvenes apuestan por sacarse el carné de conducir en favor del uso del transporte público, acometer la compra de un vehículo sigue siendo algo que, casi todos, hacemos como mínimo una vez en la vida. No en vano, el automóvil empequeñeció el mundo por sus capacidades y muchos lo siguen usando a diario para los quehaceres de su vida cotidiana, desde llevar los niños al colegio, hasta ir a la compra o a trabajar.
No es sencilla la misión. La industria del automóvil se ha diversificado tanto que el comprador se encuentra ante un abanico de opciones casi ilimitado, dejando la elección del vehículo en poco menos que una ardua misión. Pero la elección es muy importante. Por su precio y según el nivel de renta media del país, cambiar de vehículo cada pocos años es un privilegio al alcance de muy pocos, por lo que, por lo general, el vehículo nuevo se convierte en un compañero que, seguramente, nos acompañe décadas. Abriendo el catálogo universal que es Internet nos encontramos con SUVs, deportivos, sedanes, familiares, monovolúmenes, utilitarios y hasta furgonetas. Teniendo en cuenta nuestras necesidades nos decantaremos por uno u otro para luego pasar a otra elección clave: su motorización. Los hay de combustión, híbridos, de gas o eléctricos, cada uno con sus ventajas y desventajas.
Hasta hace poco, una vez decididos el coche y su motor, solo había que acudir a un concesionario, firmar y comprar, o buscarlo en el mercado de ocasión para rebajar un poco el dinero a pagar a cambio de unos pocos, o no tan pocos, kilómetros. Ahora sin embargo, la cantidad de opciones disponibles para hacerse con un coche ha aumentado sobremanera. Hay la compra, financiada tradicionalmente o mediante nuevas financiaciones. Eso, para los que quieran comprarlo nuevo, porque también se puede acudir al mercado de ocasión o, en cambiando radicalmente el concepto, apostar por un renting o un leasing, así como atreverse con los coches compartidos. Estas son las modalidades de adquisición más comunes en la actualidad.

Es el modelo más sencillo, pero probablemente el más costoso. Simplemente hay que acudir al concesionario, elegir el coche y pagar. Es en el último paso en el que se propone el pago al contado, la financiación tradicional, es decir, entrada, elección del tiempo a pagar y fijación de unas cuotas para devolver el dinero más intereses.

El leasing es una nueva modalidad de financiación que las marcas están aprovechando para generar ingresos recurrentes durante más tiempo. Es parecida a la financiación tradicional, pero en este caso las cuotas suelen ser más bajas porque, tras un período estipulado, queda una opción de compra que el comprador puede pagar para hacerse con el coche o refinanciar bajo las mismas condiciones anteriores.

El renting está de moda. Las marcas, o empresas de otros sectores como las entidades bancarias, ofrecen un vehículo, con mantenimiento incluido y, muchas veces, seguro, por una cantidad fija al mes, que suele ser más elevada que una financiación convencional, y, en ocasiones, una entrada. Este contrato suele tener una duración de entre tres y cinco años y, a diferencia del leasing, no hay opción de compra estipulada, aunque muchas marcas ofrecen la opción de comprar el coche una vez finalizado el contrato.

El mercado de ocasión es más importante, por volumen, que el de coches nuevos. Pese a que los vehículos de más de 10 años son mayoría, es cada vez más común optar por vehículos kilómetro cero o seminuevos, que se ofrecen con importantes rebajas respecto a sus homólogos nuevos con algunos kilómetros a sus espaldas. En este mercado también se paga al contado y se ofrece, en concesionarios oficiales y centros especializados, opciones de financiación.

En un concepto radicalmente distinto, el carsharing, o movilidad compartida, es una nueva solución de movilidad. En este caso, el conductor nunca obtiene la propiedad del vehículo, sino que paga por el uso del coche. Hay grandes empresas en las ciudades que ofrecen amplias flotas desplegadas por toda la ciudad para que el usuario pueda desbloquear una unidad con su móvil y usarlo tanto tiempo como necesita. Se suele pagar por kilómetros recorridos o tiempo de posesión, con, en ocasiones, tarifas especiales si el usuario lo necesita un día completo o más de un día.