
Animales domésticos
Las mejores mascotas para tener en casa si tienes hijos
El perro, por supuesto, es una de las especies ideales para tener en una casa con niños pequeños, pero se nos ocurren al menos otros nueve animales que son también alternativas recomendables porque encajarán bien en un hogar con peques.
Los animales atraen a los niños antes incluso de que empiecen a saber hablar. Son capaces de diferenciarlos por sus sonidos y su imagen desde bien pequeños, y son en muchos casos sus primeros juguetes favoritos… y también sus primeros amigos si en casa hay mascotas.
Es genial que aprendan a través de la fauna, y todavía se puede ir más allá en este sentido, ya que se puede aprovechar para inculcar en ellos hábitos respetuosos con los animales, algo que desarrollarán casi de forma innata por esa simpatía que profesan por ellos.
No es de extrañar que los perros cuiden tanto a los bebés, o que los gatos respeten a los peques pese a ser animales territoriales. Ni tampoco puede sorprender que, en caso de que el niño viva en una casa sin animales, llegue el día en el que pida una mascota para casa. Dura negociación la que dará comienzo entonces si en la familia los adultos no tienen intención de tener animales en casa. Pero si dejáis un pequeño resquicio abierto en la puerta de dicha negociación, acabaréis aceptando por lo menos probar con la compañía de alguna especie que “sea fácil de cuidar”.
Este es el objetivo de muchos padres que aceptan mascotas en casa, que no les toque bajarlas a ellos a todas horas a la calle. Por eso, aunque los perros sean maravillosos, hay otras especies que proliferan en las viviendas como animales domésticos. Algunas, incluso, de manera errónea, ya que no son todo lo compatibles con los niños que parecen a priori. Es fundamental documentarse bien y saber qué mascotas son las mejores para convivir con peques, no ya solo porque se vayan a llevar bien, sino también para que los niños puedan participar en sus cuidados y desarrollar de este modo el sentido de la responsabilidad.
A continuación, compartimos contigo una lista de diez especies que sí se pueden tener en una vivienda con peques rondando por ella. Como todo, tienen sus pros y sus contras, pero el balance en todo los casos es positivo, de ahí que sean todas opciones a tener en cuenta si estáis pensando ampliar la familia con compañía animal.

Sin duda alguna los expertos coinciden en que es la mejor opción por todo lo que aportan estos animales a nivel afectivo. Dan trabajo, y este va más allá de las cuatro paredes de casa, pero aportan una cantidad muy superior de cariño y amor. Pueden compartir espacio con niños desde el nacimiento de éstos y suelen empatizar mucho con ellos, especialmente con las razas más tranquilas.

Son muy independientes y pueden provocar algún arañazo sin querer en los pequeños, pero los gatos que se crían con niños suelen tolerarles perfectamente e incluso desarrollan una pacienciay un respeto que no tienen con otras personas.

Es un animal muy tranquilo y que no obliga a estar tan pendiente de él como otras especies. Tienen la desventaja de que son muy miedosos y eso no siempre encaja con el carácter de los niños, pero si se les explica que el animal necesita tiempo y delicadeza, acabarán conectando. Son una muy buena opción en niños a partir de cuatro o cinco años, antes es más difícil hacerles entender lo que el conejo necesita.

Quizá son menos vistosas que los peces pero a cambio pueden interactuar algo más con los seres humanos, sobre todo las terrestres. Son animales ideales para que los niños desarrollen capacidades como el sentido de la responsabilidad porque pueden ayudar en sus cuidados y además les fascinan casi tanto como los peces.

Los pequeños mamíferos son mascotas ideales en casas con niños donde no hayan vivido animales anteriormente. De hecho, es una gran forma de iniciar a toda la familia en el mundo de los animales. Así que, si estáis pensando en algún animal que haga las veces de paso intermedio para poneros a prueba de cara a tener, por ejemplo, un perro, el hámsters es muy buena opción. Eso sí, es recomendable que los niños tengan edad para comprender que el ritmo de vida es distinto y que son delicados.

Alternativa similar a los hámsters. Tienen las mismas virtudes en la lista de pros y también más o menos las mismas en la de contras, que básicamente tiene que ver con su esperanza de vida, inferior a la de los perros y otros animales. En general, conviven bien con los niños en el mismo espacio, pero no son recomendables para los niños muy pequeños porque puedan dañarles al manipularles.

El medio acuático penaliza la interacción entre el niño y el animal, pero por su colorido y por su forma los peces son animales que fascinan a los más pequeños. Adoran verles, les resulta fascinante todo lo que rodea a estos animales, y a medida que crecen se pueden hacer responsables de su cuidado, por lo que son una interesante opción.

Seguramente es la alternativa con la que menos disfrutan los niños porque es difícil interactuar con ellos, pero en cambio son animales muy bellos y distintos, por lo que suelen llamar mucho su atención como ocurre con los peces. Además, a medida que se hacen mayores, se les puede inculcar el gusto por el cuidado y la cría de estos animales, algo que suele pasar de generación en generación. En definitiva, las aves siempre suman vida a un hogar, y no son incompatibles con niños.

En la línea de hámsters y cobayas, las chinchillas también se suelen adaptar muy bien a hogares con niños, y la verdad es que estos disfrutan mucho con ellas porque son animales activos, divertidos y curiosos.

En la caja de zapatos, como cuando aquel experimento que todos hicimos en el cole, o en un hábitat más estable, tipo terrario acristalado donde las condiciones sean mejores y se pueda seguir su evolución. Ideales para que los peques aprendan la evolución de un animal como este y se familiaricen con lo que es tener animales bajo su responsabilidad.