8 casas rurales para ir en Navidad con niños

En una finca de 3.000 metros cuadrados y en una zona como la Costa Brava gerundense se levanta esa casa con varios alojamientos.

Todos cuentan con los servicios necesarios para quienes viajan en familia, además de zona infantil con columpios para los niños y una biblioteca con libros para ellos. Aquí no pueden decir que se aburren y vosotros podéis desconectar del día a día.

Una casita de piedra típica gallega, rodeada de verde, os abre sus puertas en la comarca de Caldas (en la zona de Sanxenxo).

El alojamiento tiene capacidad para cuatro personas y se sitúa en una amplia finca verde, donde disponéis de barbacoa, mesas, tumbonas y columpios para que vuestros hijos corran y jueguen todo lo que quieran.

En la preciosa zona de las Hoces del Júcar, en Albacete, esta casa semiexcavada en la roca es un lugar completamente distinto.

No sólo por su curiosa arquitectura, que seguro que les llama la atención, sino también por sus amplias salas comunes que incluyen chimenea para calentarse en estos días de invierno y por su zona de recreo vallada y área infantil con columpios y tobogán. Todo ello con espectaculares panorámicas al entorno, que invita, además,  a realizar rutas de naturaleza.

Tres alojamientos rurales con capacidad para entre 4 y 12 personas, que gustan tanto a padres como a niños.

A los primeros por la cuidada y cálida decoración, con elementos de madera de olivos centenarios y jacuzzi privado; y a los segundos, por su jardín, zona infantil y las posibilidades de conocer el entorno a través de aulas de naturaleza, actividades de observación de aves, rutas en bicicleta, talleres educativos, etc.

Este cortijo, con más de 200 años de historia, hoy es un complejo de turismo rural con 8 casitas para viajar y desconectar.

En plena naturaleza, el alojamiento tiene un parque infantil donde los niños pueden encontrar un mini golf, columpios y hasta una granja en la que ver de cerca algunos de los animales que crecen allí. Y todo ello en la bella Sierra de los Filabres, a 60 kilómetros de la playa y a 80 de la ciudad de Almería. Así que desde aquí, grandes y pequeños tienen mucho para ver y hacer.

Esta masía barcelonesa, aislada y rodeada de naturaleza, destaca por las vistas y tranquilidad que ofrece.

No en vano, el exterior de Puigdesala presume de un porche cubierto, barbacoa, ping-pong, canasta de baloncesto y zona infantil con columpios y tobogán. Además, para el verano también cuenta con piscina y tumbonas para tomar el sol. ¿Qué más se puede pedir?

En un entorno fantástico para que los niños puedan descubrir la naturaleza, esta casa rural navarra os encantará.

Es un caserón, con capacidad para hasta 8 personas, desde el que disfrutar de la comarca de Cinco Villas o el Valle de Baztán, sus tradiciones, cultura y patrimonio natural y artístico. Hay de todo para que padres e hijos se lo pasen bien sin renunciar a nada.

Complejo rural perfecto para familias con niños pequeños por su amplio jardín con columpios.

Según los gustos, Quintana de Somao cuenta con casas de alquiler completo, para 6 o 7 personas, y un hotel de dos estrellas con habitaciones dobles, una de ellas con sofá cama. Todo ello en una zona con multitud de propuestas turísticas: la senda peatonal por los acantilados de la costa de Muros, las playas, la bonita localidad de Cudillero, la de Pravia y la ciudad de Avilés.