Semana 21

Tu embarazo semana a semana

Tu bebé

Tu bebé ha crecido 1,2 centímetros desde la semana pasada, tiene la longitud de una zanahoria. Ahora mide casi 27 centímetros desde la cabecita hasta los pies y además, ¡ya pesa unos 330 gramos! Ya se le notan las cejas y puede parpadear.

En estos días no para de moverse, como puede que hayas notado. Según algunos estudios, un feto se mueve más o menos 50 veces cada hora, ¡incluso cuando está durmiendo! Todos esos movimientos sirven para estimular su desarrollo físico y mental.

Mucha actividad dentro del útero

El bebé todavía tiene sitio suficiente dentro del útero para dar volteretas. Cuando no duerme, está muy activo. Juega con el cordón umbilical y con sus manos, apoya su cara en la placenta, como si fuera un cojín blandito. Todo esto es posible observarlo en la ecografía.

Recuerda: Pon a menudo tus manos sobre la tripa y habla con tu hijo: ¡él puede “percibir” tus palabras!

Aspectos médicos

Elegir la maternidad

¿Sabes ya dónde darás a luz? Infórmate del hospital que te corresponde. Si quieres acudir a una clínica privada, pregunta en las distintas compañías aseguradoras o directamente en la maternidad. Algunos aspectos que debes tener en cuenta antes de decidirte son la dotación humana y tecnológica de la clínica, y los protocolos que se siguen en el parto. Otras cuestiones a tener en cuenta son la cercanía al domicilio y los servicios que se ofrecen durante la estancia (por ejemplo, habitación individual y cama de acompañante).

Recuerda: Antes de elegir maternidad, pide consejo al ginecólogo, a la matrona, a otras madres. 

Debes saber...

Ardor de estómago

Las hormonas del embarazo pueden provocar un reflujo de los ácidos gástricos del estómago al esófago, y causar ardores. A medida que el niño crece, la presión sobre el estómago aumenta y la acidez puede intensificarse. Conviene cambiar los hábitos de alimentación: hay que evitar las comidas copiosas; es mejor alimentarse más a menudo en pequeñas porciones. Además, hay que huir de la comida muy condimentada y las frituras, y decantarse por alimentos ricos en proteínas (pero bajos en grasas). La comida no debe estar ni muy caliente ni muy fría, y hay que masticarla muy bien. Un alivio casero para neutralizar la acidez consiste en masticar dos avellanas durante un rato.

Recuerda: Para evitar que los ácidos suban del estómago al esófago, es mejor dormir con la cabeza un poco elevada. También conviene acostarse sobre el lado izquierdo (al hacerlo sobre el derecho, donde está la entrada del estómago, se favorece que los ácidos refluyan).

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