Viajar con niños: consejos básicos

La planificación es fundamental para que nuestro viaje sea un éxito. La primera clave es elegir el destino y en función del lugar elegido: hay que organizar el alojamiento, el medio de transporte, las excursiones que vamos a hacer, qué nos vamos a llevar en la maleta… ¡Toda organización es poca!

¿Un consejo para la maleta? Prepara con antelación una lista de lo que necesita cada miembro de la familia. ¡Así no se te olvidará nada!

¿Viajo en coche o mejor en avión?

Si para cualquier adulto los viajes son aburridos e incómodos para los niños todavía más. Por ello es importante que intentemos hacerles lo más llevadero posible esas horas.

Si viajas en coche, no olvides llevar agua, algún juguete para el coche, parar como mucho cada dos horas y tener pensado algún juego para que se entretengan durante el viaje. Y, por supuesto, siempre hay que llevar al niño en una silla adaptada a su peso y talla.

Cuando nos vamos fuera de nuestro país o tenemos un viaje largo por delante, una buena alternativa es el avión. En este caso es importante tener a mano un chupete o algo de comer y beber para evitar presurización de los oídos. A poder ser escoge los asientos del centro, ya que son los más estables. Y `para entretenerles, pues igual que en el coche, lleva algún juguete y algún juego pensado. ¡Les hará más ameno el trayecto!

¿Dónde dormir? ¿Hotel o apartamento?

Ésta es la duda que se plantean numerosas familias a la hora de viajar. Quienes tienen bebés, normalmente optan por un apartamento, ya que tienen más libertad y menos limitaciones que en un hotel, donde el espacio es más reducido y hay que seguir unos horarios para las comidas.

Sin embargo, las familias con hijos de más de 3 años, suelen preferir los hoteles. Ya que liberan a mamá y a papá de las tareas domésticas y es una buena forma de disfrutar todos de las vacaciones.

Otra buena alternativa para las vacaciones familiares es elegir una casa rural, nada mejor para descansar que la naturaleza y el medio ambiente.