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Problemas en la piel por llevar la mascarilla: ¿cómo podemos evitarlos?

Sabemos que el uso de mascarilla para prevenir y controlar los contagios por COVID-19 es fundamental, además de ser obligatorio desde el 21 de mayo en espacios públicos cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros. Su uso prologando puede provocar algunos problemas en la piel. Contamos cómo evitarlos.

La mascarilla ha llegado para quedarse, al menos de momento y parece que por un tiempo. Sabemos que su uso es fundamental para protegernos y proteger a los demás frente a la COVID-19 y debemos ser muy responsables con su utilización: no es un juego, ni un capricho y su papel en el control de los contagios es de vital importancia.
Su utilización frecuente y prolongada puede provocar la aparición de algunos problemas en la piel, sobre todo a aquellas personas que la tienen más sensible. Vamos a enumerar, de la mano de la Dra. Ángela Hermosa Gelbarg, dermatóloga de Clínica FEMM, algunos de los más frecuentes y a contar cómo pueden evitarse.

Reacciones cutáneas por el uso de la mascarilla

- Roces en el mentón y en el puente de la nariz: las lesiones en estas zonas del rostro por el roce continuado de la mascarilla pueden ser frecuentes. Lo mejor para evitarlos es hidratar bien la piel y en las que hay más fricción se pueden utilizar cremas más untuosas. Si los roces ya han aparecido, una crema con coticoides puede ayudar a reducir la inflamación, pero es conveniente consultar con el médico o el farmacéutico.
- Roces en las orejas: las molestias en las orejas son otra de las quejas más frecuentes por el uso de la mascarilla. Existen varios trucos para evitar estos problemas: utilizar unos dispositivos de plástico que sirven para enganchar la mascarilla en estos dispositivos en lugar de en la zona retro auricular, también enganchar las gomas de la mascarilla mediante un clip por la parte de la nuca o cortar una pequeña parte de los botones de una camisa y enganchar las cintas de la mascarilla a esa tira colocada en la parte de detrás de la cabeza.
- Dermatitis, acné o rosácea: es posible que el uso prolongado de mascarilla provoque un empeoramiento de problemas de la piel como pueden ser la dermatitis, el acné o la rosácea. Si esto sucede la revisión y seguimiento por parte del dermatólogo es fundamental para que valore el tratamiento a seguir en cada caso.
- Infecciones cutáneas: el roce de la mascarilla puede desencadenar la aparición de herpes orofacial o, en el caso de que ya se tenga alguno, empeorarlo. También puede suceder que se cree alguna pequeña herida por la fricción de la mascarilla y que esas heridas se infecten con las bacterias que viven sobre la superficie de la piel provocando la aparición de ampollas, pústulas y costras. Si esto sucede, habrá que valorar cada caso y ver qué tipo de infección es, para tratar con antibiótico si es bacteriana o antivirales orales si es un herpes.
Es posible que el calor perjudique estos cuadros, no obstante, hay que recordar que estas reacciones son una posibilidad, pero eso no quiere decir que necesariamente vayan a producirse ni que afecten a todo el mundo por llevar mascarilla. Por tanto, simplemente es necesario estar atentos a nuestro rostro para detectar cualquier problema que pueda surgir y ponerle solución.
También es fundamental mantener una buena higiene: tanto al quitarnos la mascarilla de forma correcta como lavando posteriormente nuestra cara con un jabón de PH neutro y utilizando crema hidratante.
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