Ser Padres

Cómo evitar el fracaso escolar

El fracaso escolar afecta a muchos niños. Te contamos qué factores influyen para que los pequeños tengan problemas escolares y cómo podemos atajarlos desde los primeros años de colegio.

Autor: Alicia Herranz

Los modelos que se ofrecen a los hijos son fundamentales para su desarrollo. Los niños necesitan un ambiente familiar rico en estímulos,donde capten una verdadera implicación de la familia en su vida escolar. También hay que dedicar tiempos de atención «exclusiva» a los estudios en casa.

Muchas veces las malas calificaciones esconden una baja autoestima en los niños. Si sienten que no son capaces de alcanzar las metas que se proponen, será difícil que las logren. Es muy importante que cuidemos el concepto que tienen de ellos mismos y que les devolvamos una imagen positiva de quienes son y de lo que hacen. Hay que enseñarles a integrar los errores en el proceso de aprendizaje y no venirse abajo ante las dificultades: todos los problemas tienen solución.

Desde muy pequeños hay que habituarles a tareas que les ayuden a centrar su atención durante períodos de tiempo apropiados a su edad. Para aprender es fundamental que sean capaces de concentrarse en lo que tienen entre manos.

Es una de las llaves del éxito escolar. La lectura y la escritura son imprescindibles para todas las asignaturas y si no las dominan, eledificio se tambalea desde sus cimientos. Hay que ofrecerles modelos adecuados desde pequeñitos y fomentar en ellos el amor por la lectura y la escritura. Si observamos dificultades en este campo, es preciso atajarlas cuanto antes.

A veces detrás del fracaso está el desinterés y la falta de motivación de los chavales por todo lo que huele a colegio. Esto conlleva falta de esfuerzo personal y abandono de sus tareas. Debemos fomentar en ellos el afán por hacer las cosas por sí mismos y la alegría por conseguir las metas que se marquen. También conviene que les demos una imagen positiva de lo académico: evitemos comentarios sobre lo «rollo» que es el cole o la rabia que da volver a clase el lunes.

Esta capacidad -tan denostada durante algunos años- es clave para el rendimiento académico. Se puede ejercitar y estimular con juegos y actividades divertidas. Eso sí, tan importante es que memoricen lo que estudian como que lo entiendan. Para ello deberán comprender primero y retener después. También conviene que memoricen «de forma adecuada», es decir, relacionando lo nuevo con los conocimientos ya adquiridos.

A veces, el problema radica en que el niño tiene dificultades de aprendizaje o baja capacidad intelectual. En estos casos se precisa una atención especializada cuanto antes. Pero el caso opuesto también puede conllevar fracaso escolar; hay niños con altas capacidades que pueden no ver satisfechas sus necesidades en el colegio (contenidos que se les quedan muy bajos, aburrimiento, intereses diferentes). Si no se detecta a tiempo, ¡malo!

Señales de alerta

Ciertas circunstancias transitorias pueden convertirse en la base de un fracaso escolar si no se detectan a tiempo:

Medidas preventivas

Alicia Herranz es pedagoga.

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