Ser Padres

Nos mudamos. ¿Afectará al niño?

Si la mudanza a un adulto a veces se le hace difícil, a un niño más aún. Los más pequeñitos pueden volverse más irritables porque les cuesta adaptarse.

Marta Moreno

Ten en cuenta estos consejos para que la mudanza no afecte a tu hijo:

  • Hay que tener una actitud positiva. Si el niño ya es lo suficientemente mayor, podremos explicarle cómo va a ser su nueva vida, contarle los cambios que va a vivir sin omitir los pequeños desarreglos que pueda sufrir al principio. Lo importante es decirle que todo va a ser mejor en el futuro.

  • Si es posible  y nos mudamos a la misma ciudad pero a otro barrio, podemos dar una paseo por la zona con el niño, resaltando las cosas positivas: un parque cercano, una tienda de juguetes preciosa… Si nos ve entusiasmados, le contagiaremos. 

  • Tampoco es mala idea explicarle dónde va a estar en la nueva casa dejarle participar en la elección de algunos detalles de su nuevo cuarto.
  • También hay que dejarle participar en la medida de lo posible a la hora de recoger, ordenar y empaquetar.

  • Podemos colocar algunas de sus cosas en cajas y después pedirle que haga un dibujito (un sol, una casita… ) en cada una para que luego sepamos todo lo que le pertenece. De esta forma sentirá que ayuda a papá y mamá. 

  • Le dejaremos en casa de un amiguito, de un familiar, cuando hay que hacer la parte más fuerte de la mudanza. Es importante que disfrute de alguna actividad que le guste en especial durante estos días.

  • Es mejor que al principio mantengamos la decoración de su cuarto con sus objetos favoritos a la vista. Y ¡cuidado si queremos tirar algo que nos parece viejo o que ya no usa! Hay que consultárselo o, por lo menos, informarle de por qué hay que deshacerse de ello. 

Después

  • Al principio debemos compartir sentimientos, permitir que exprese sus quejas o lo pesado que puede ser cambiar de barrio, de casa, de vecinos, de amigos...

  • No es época de introducir otros cambios en la vida del niño. Esperemos para más adelante si estamos pensando en quitarle los pañales o en cambiarle de guarde o de cole (si no es del todo necesario).

  • Tampoco está de más dedicarle algo más tiempo de lo normal para pasear, jugar, leer
  • Los cambios de la mudanza suelen causar estrés, así que la embarazada tendrá que tomarse con tranquilidad las contrariedades que surjan y descansar un poco más de lo normal.

  • Puede ordenar algunas cositas, siempre que no tenga que levantar mucho peso ni esté demasiado tiempo de pie.

  • Si se va a pintar la nueva casa, la futura madre no deberá acercarse hasta que se haya secado la pintura: contiene sustancias tóxicas que se inhalan.
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