Te encantaría tener recuerdos fotográficos de la infancia de tu hijo pero su energía incansable te lo ponen muy difícil. Aquí los consejos definitivos para fotografiar a un niño pequeño sin morir en el intento.
¡Cariño! ¡Mira, mira a la cámara! ¡Solo va a ser un momento! ¡Mira lo que tengo aquí, sonríe y te lo doy! ¿Te suena esta situación? Como cualquier familiar o persona cercana a un niño pequeño, nos gustaría inmortalizar todos los momentos que pasamos junto a él porque en algún momento serán solo eso, recuerdos. Los niños crecen más rápido de lo que creemos y en un intento por guardar su infancia en un tarro de cristal (o en un álbum de fotos) disparamos fotografías sin pensar, a tutiplén.
Algo que nos ha facilitado mucho la llegada de la tecnología. Quién no recuerda esos álbumes familiares en los que aparecemos de pequeños. De las 36 fotos analógicas que traía, tan solo salimos bien en 10. Y mira que nuestros padres ponían todo su empeño en sacarnos lo más guapos y quietos posible, pero en aquel entonces el juego era nuestro mayor deseo y las fotos estaban de más.
Cuando los niños crezcan, empezarán a saber qué son las redes sociales y serán ellos quienes quieran hacerse fotos. Pero no con nosotros: solo con sus amigos. Así que, hay que aprovechar antes de que llegue ese momento para guardar en el carrete del smartphone o de nuestra cámara tantos recuerdos como sea posible.
Pero, un momento, parece que nuestro hijo tiene el mismo deseo que nosotros de pequeños: tan solo quiere jugar. Así que seguro que te cuesta un mundo hacerle una fotografía en la que salga bien. Quietecito, con el fondo difuminado y con su sonrisa infinita mirando al objetivo de la cámara, ¿verdad?
Pues no temas. Hemos encontrado la lista de los mejores consejos (algunos proporcionados por fotógrafos profesionales y otros extraídos de nuestra propia experiencia) para fotografiar a niños pequeños sin morir en el intento.
Como decíamos al principio, la tecnología ha facilitado mucho las cosas porque si vemos una foto y no está bien, podemos repetirla en el momento. Y hacer ráfagas. Quizás, de las 200 fotos, al menos una se vea perfecta.
Si tenéis algún consejo fuera de esta lista, no dudéis en compartirlo con todos los seguidores de Ser Padres.
Mucha paciencia
Uno de los factores clave para que funcione la foto es armarse de paciencia porque, entre otras cosas, los tiempos los marcará el niño. Quizás ahora está demasiado ocupado con una cosa, pero dentro de un minuto nos ofrece su mejor sonrisa. Así que paciencia.
No captures algo bonito, sino momentos y sensaciones
A la hora de fotografiar a un niño has de olvidarte de fotografiarlo en un escenario precioso. Lo que importa es que la cámara capte su alegría. Así que tienes que estar siempre alerta porque cualquier momento será el perfecto para disparar a la cámara. Por suerte, con los smartphones no habrá problema.
Da libertad al niño
No le pidas que pose, que se siente de esta manera o de la otra. Deja que sea libre, que se mueva y tú ve detrás de él intentando capturar el momento preciso.
Haz que se sienta cómodo
Relacionado con lo anterior, es mejor que el niño se sienta cómodo. Si estás todo el rato detrás de él intentando que mire a la cámara, no mirará nunca. Así que sé tú el que se adapte a sus tiempos.
Olvídate de que pose así
Igual, intenta capturar su esencia en la versión pura. No intentes recrear esa foto maravillosa que has visto por internet porque los niños son muy nerviosos y no querrá ponerse como tú le estés indicando.
Algunas ideas prácticas
Deja que lea un libro en una silla y, mientras lo hace, aprieta el obturador
Aprovecha un momento de máxima diversión (como un baño en la piscina o un juego con sus amigos)
Aprovecha la hora del baño en la que los niños se lo pasan en grande
Olvídate de capturar momentos en los que esté triste o se sienta mal porque lo tendrá en cuenta
Hazle cosquillas
Si quieres capturar su mayor sonrisa (y el sonido de su risa) ¡hazle cosquillas y aprovecha para apretar el obturador!
Pídele que corra
Pide a tu hijo que corra hacia ti y, en el momento en que venga, saca una ráfaga bien larga. ¡Saldrán auténticas maravillas!
Las ráfagas serán tus mejores aliadas
Si quieres cerciorarte de que alguna foto saldrá bien, opta por hacer muchas juntas con una ráfaga.
Ten en cuenta que…
Siempre quedarán mejor unas fotos con luz natural que con luz artificial. La mejor hora del día es la conocida como ‘Golden hour’, justo al atardecer.
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