Juegos de mesa de tu generación que deberías rescatar para jugar con tus hijos
Las pantallas no lo son todo a la hora de divertirnos y la prueba está en todos esos juegos que disfrutaste en tu infancia y que ahora puedes volver a sacar del trastero para que sean ellos quienes lo pasen en grande contigo.
Aunque vivamos en plena era de la tecnología, hay algunas costumbres del pasado que hemos recuperado a tiempo, afortunadamente. Ya nos hemos dado cuenta de que las pantallas no lo son todo a la hora de divertirnos. Por ejemplo, la sensación de ir de compras no es la misma que la que produce hacerlo online, y tampoco es igual la emoción de jugar con amigos o familia a juegos de mesa cara a cara, con una mesa como único testigo de la partida. No quiere decir que sea ni mejor ni peor, porque para gustos están los colores, pero sí generan sensaciones diferentes y perfectamentes compatibles. El reto, de todos modos, no es que la generación de padres jóvenes actual mantenga el gusto por este tipo de ocio porque, al fin y al cabo, crecieron con ello en los 80 y los 90; el reto es que estos sean capaces de transmitir esa pasión a sus hijos.
Se suele decir a menudo que los niños “nacen con una pantalla entre las manos”, y puede que esto sea así; desde luego, lo es en cuanto a la destreza que se les atisba desde bien pequeños. Pero esto no implica que no puedan ni sepan jugar de otra manera. De hecho, es altamente probable que cuando prueben lo divertido que es una partida a un juego de mesa a la vieja usanza, les acabe sabiendo a poco. Y lo mejor de todo es que no serán conscientes de que al mismo tiempo que se lo pasan en grande estarán aprendiendo y fortaleciendo el vínculo familiar. Todo son ventajas.
Seguro que te haría ilusión que tu hijo recordara cuando crezca aquellos domingos por la tarde de juegos de mesa en familia, exactamente igual que los recuerdas tú, con una sonrisa de oreja a oreja. Y nada mejor para ello que recuperar alguno de los títulos con los que tú fuiste tan feliz. Aunque parezca increíble, ha sido muy fácil incluir al menos un juego recomendado para cada tramo de edad a partir de los cuatro años -el dominó o el memory son dos juegos aptos para edades inferiores-. Lo difícil, en cambio, ha sido tener que dejar fuera algunos juegos emblemáticos porque no caben todos. Que nos perdonen los fans del Scattergories, del Tabú o del Pictionary, tres de los juegos de tu generación que no hemos incluido, pero es que los diez que sí están en la lista son buenísimos.
Cluedo
Cluedo
Jugar a los detectives es una de las actividades más divertidas para desarrollar la imaginación, y esto es justo lo que permite el Cluedo, el juego para mayores de ocho años que ha ido pasando de generación en generación. Ahora te toca transmitir la pasión por este divertido título que ayudará a potenciar el ingenio en los peques… y también en los mayores. ¡Perfecto para jugar abuelos, padres y nietos! adolescentes. Precio: 27,99 euros
Lince
Lince
El juego recomendable desde los 6 a los 99 años. Nada explica mejor el Lince que ese detalle que se puede leer en la esquina inferior derecha de su caja. Es sin duda alguna el juego clásico más divertido para trabajar la observación; es imposible aburrirse con él. Además, es muy versátil porque se adapta muy bien al tamaño del grupo que quiera jugar ya que admite partidas que estén compuestas de dos a seis personas. Precio: 26,95 euros
Operación
Operación
Otro de los míticos juegos a los que te pasaste horas jugando en tu infancia que sigue a la venta tal y como lo conociste entonces es el Operación. Recomendado para mayores de seis años porque contiene piezas muy pequeñas, seguro que recuerdas cómo te concentrabas para sacar los huesos del paciente sin tocar su piel al hacerlo para evitar que se encendiera su nariz. Es un juego que los niños disfrutan con adultos y también jugando entre ellos. Precio: 23,95 euros
Party and Co
Party and Co
El juego de mesa para las casas con adolescentes es el Party&Co, recomendable a partir de los catorce años. Si este no les saca de la habitación, será complicado que otro juego familiar lo haga. Lo tiene todo porque, entre otras cosas, sus pruebas son variadas. Se juega en equipo, lo que quiere decir que es ideal para que haya un poco de pique en la familia. Las risas están aseguradas. Como ocurre con la mayoría de juegos clásicos, también hay una versión familiar, adaptada para niños a partir de los ocho años. Precio: 27,95 euros
¿Quien es quién?
¿Quien es quién?
Es muy probable que este sea el juego elegido por la mayoría de los adultos que crecieron en los 90. El ¿Quién es quién? era y es un juegazo, que solo tiene un problema: no pueden jugar más de dos personas una partida. Pero esto que a priori puede ser un handicap, tiene la parte buena de que un niño y un adulto tengan una opción para jugar sin depender de otros miembros de la familias mayores de dicho número. Además, si hay dos peques en casa mayores de seis años, se tirarán horas y horas intentando adivinar qué personaje tiene su hermano entre manos. Precio: 21,90 euros
Scrabble
Scrabble
El clásico de los clásicos dentro de los juegos de mesa para compartir en familia. Aunque con el tiempo se han hecho versiones para edades más tempranas, el original no es recomendable para niños menores de diez años. Es divertido, muy didáctico y supone un reto para el jugador, que no solo compite contra los demás sino que también lo hace contra su propia capacidad. Es realmente adictivo, especialmente para los peques que tengan gusto por la lectura y la escritura. Precio: 27,95 euros
Tozudo
Tozudo
Es el título “más arriesgado” de la lista porque no todos los millenials que ahora son padres lo recuerdan, pero es un juego tan divertido para los niños a partir de 4 años que se merece un puesto en esta lista. La mecánica es tan sencilla como divertida para los peques, que se concentrarán como si les fuera la vida en ello para sobrecargar de utensilios al burrito sin que este suelte una coz. Es perfecto para trabajar la atención en una edad en la que esta no suele ser una de las virtudes de los niños. Precio: 17,71 euros
Twister
Twister
A partir del sexto cumpleaños de tu hijo ya podréis disfrutar a lo grande con el Twister, el juego de mesa al que se juega, valga la redundancia, en todas las posiciones menos sentado en una silla. Las fichas son los propios jugadores. ¿A quién no le ha entrado un ataque de risa tonta mientras trata de poner sus pies y sus manos sobre el tapete en función de lo que dicta la ruleta? Desde 1966 llevando las risas a carcajadas a los hogares con niños, y lo que le queda. Precio: 21,50 euros
Jenga
Jenga
Si hay un juego de mesa al que se pueda etiquetar como producto vintage, ese es el Jenga, el divertido título en el cual el objetivo es ir retirando los bloques de la torre sin que esta se derrumbe. No tiene más, pero su secreto es que con esta dinámica tan sencilla te atrapa desde el minuto uno. Fantástico para jugar en familia con tus hijos desde que tengan seis años porque no necesita apenas explicaciones previas y porque se adapta a partidas de distintos tamaños. Se puede jugar incluso con uno mismo ya que el reto al que te enfrentas no varía en función de cuántas personas jueguen. ¡Que no se caiga la torre! Precio: 16,95 euros
Uno
Uno
Cerramos la lista con el juego familiar inclasificable, el Uno. Es un juego de cartas con reglas de juego de mesa muy divertido para edades que van de los siete años en adelante. Y lo más importante es el tamaño que ocupa, siendo por ello una de las mejores opciones para llevar en los viajes sin necesidad de recurrir a la tecnología. Además, es tal el éxito que tiene desde hace décadas que hay mil versiones, algunas incluso de Disney. Pero como el original, ninguno. Precio: 12,93 euros
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