¿Qué hacer con los juguetes que ya no usa?
Desde donarlos hasta intercambiarlos pasando por reciclarlos, hay alternativas de sobra como para evitar el final menos deseado para ellos: la basura. Te damos algunos consejos para darle una nueva vida a los grandes tesoros de los pequeños de la casa.
Los primeros días después de la Navidad, la resaca de las fiestas se deja notar en muchos aspectos dentro de un hogar. En el gasto, por supuesto, en la dieta, si ha habido excesos, y también en los juguetes allá donde vivan niños. Con lo primero y lo segundo la receta es clara: ajustarse el cinturón y dejar de “pecar”, y con lo tercero también, dejar hueco a los recién llegados. El problema es que no todo el mundo sabe cómo dar una segunda oportunidad a los juguetes usados que estén en buen estado.
No es por falta de opciones antes que recurrir a la basura, que por mucho que pueda ser la solución más cómoda es también el objetivo a evitar. Por ello, te proponemos distintas alternativas con el objetivo de que esos juguetes que porque los peques de la casa ya no lo son tanto o simplemente porque ellos han decidido que son prescindibles, puedan ser utilizados por otros niños. Y sí, has leído bien, que sean en la medida de lo posible tus hijos los que decidan a cuáles buscar una salida; es recomendable hacerles partícipe de este proceso.
Una vez escogidos los juguetes que ya no se usan en casa, y después de valorar cuáles son los que están en un estado óptimo para seguir siendo útiles, toca barajar las posibles opciones para darles una nueva vida.
Donarlos
Aunque asociaciones, oenegés, escuelas, parroquias y hasta algunos ayuntamientos promueven campañas y acciones puntuales de recogidas de juguetes todo el año, es en Navidad cuando estas proliferan. En tiempos de pandemia es todavía mayor la diferencia entre las posibilidades que hay para donar juguetes fuera de las Navidades, pero a través de las redes sociales se pueden encontrar algunas opciones que permanecen disponibles prácticamente todo el año para hacerlo. Y si no podéis dedicarle mucho tiempo a encontrarlas, preparad una bolsa o una caja grande y guardadlos bien protegidos hasta que lleguen las siguientes fiestas. Son muchas las familias que os lo agradecerán.
Regalarlos
Puede ser a niños que no tengan la misma suerte que vuestros de tener muchas opciones entre las que elegir o peques que alcanzan pronto la edad para la cual están diseñados los juguetes a los que queréis dar salida en casa por el motivo que sea. Si están en buen estado, esta es la solución más sencilla porque es raro que tengáis en vuestro círculo próximo algún candidato ideal para heredar los juguetes de vuestros hijos.
Reciclarlos
Hay puntos limpios para reciclar todo tipo de juguetes, aunque es necesario informarse bien del material en el que están fabricados -no es lo mismo madera que plástico, por ejemplo- y conocer los puntos limpios disponibles en tu municipio o alrededores. En todo caso, esta opción es recomendable cuando los juguetes no están en condiciones de ser reutilizados por otros niños, y en ningún caso se deben tirar a los contenedores de basura tradicionales.
Venderlos
Las tiendas de segunda mano multiproducto son un negocio muy asentado en internet, y si se vende ropa o material deportivo en buen estado, ¿por qué no hacerlo con los juguetes? No todo el mundo tiene la posibilidad de renunciar a un ingreso por modesto que este sea.
Darles una segunda vida
No es lo habitual, pero a veces son juguetes que se pueden desmontar y entonces son aprovechables para nuevos usos, acordes con la edad de los niños de la casa. Otras, aunque no sean desmontables, quizá se os ocurra cómo reinventar su utilidad y así poder reciclarlos dándoles una segunda vida sin tener que renunciar a ellos.
Intercambiarlos
Esta es una idea en la que muchos padres no reparan a tiempo cuando piensan en qué hacer con los juguetes que ya no se usan en casa. Y es una idea sostenible y al mismo tiempo divertida para los peques, que pueden proponerle el cambio a alguno de sus amigos (con conocimiento también de los padres de este, para evitar disgustos). Ambos saldrán ganando.