Ideas para comer fuera de casa con niños
Cuando pasamos un día en familia fuera de casa, podemos llevarnos la comida de los niños ya hecha: así nos aseguramos de que comen comida rica, a su hora, y preparada con todas las garantías.
Ensalada de pasta. Siempre es muy socorrida y sirve como plato único: se le pueden añadir trocitos de jamón serrano o de jamón de york, gambas… O una ensalada de judías verdes en trocitos, con patata, zanahoria y huevo duro.
Merluza. Hervida, desmenuzada y fría con salsa de tomate o bechamel. También valen otros tipos de pescado, como dorada o lubina al horno. Si se queda un plato escaso, acompañémosla de pasta.
Croquetas. Son muy prácticas y se pueden comer frías. Podemos hacer croquetas de pescado, de huevo duro, de jamón, etc. Lo mismo ocurre con las empanadillas y las empanadas, que se pueden comer frías y son muy nutritivas: tienen hidratos de carbono en la masa y proteínas en el relleno.
Pollo cocido. Lo acompañamos de trocitos de lechuga, tomate, huevo duro, aceituna bien picadita... También funciona bien como ensalada. Otra opción: preparar pechugas de pollo empanadas, que se pueden comer frías, acompañadas de un tomate a trocitos.
Tortilla de patata. Hecha en casa. Los niños la pueden comer en cualquier momento del día.
Sándwich de pan blandito. Con un fiambre de jamón de pavo (es muy jugoso). Le podemos añadir lechuga cortada, queso o rodajitas de tomate.
A media mañana: en lugar de recurrir a bollos, ganchitos, etc, a media mañana podemos ofrecer al niño una manzana o alguna hortaliza cortada a tiritas (por ejemplo, la zanahoria en palitos). Es un aperitivo sano y divertido.