Cosas a tener en cuenta si vas a alquilar en barco con niños para pasar el día en alta mar
Estos son los consejos esenciales que debéis valorar y conocer si habéis decidido probar la experiencia de pasar un día en familia a bordo de un barco en vuestras vacaciones de verano.
Si estáis pensando daros un homenaje estas vacaciones marítimas (o las futuras) y alquilar un barco para disfrutar de un día en familia con los niños en alta mar, antes de dar el paso es aconsejable tener claro qué cosas son importantes de tener en cuenta al respecto.
En primer lugar, es recomendable que el lugar por que el vayáis a contratar la navegación sea tranquilo y os permita realizar diversas paradas para que los peques disfruten y no se les haga largo el día en cubierta. Baños en zonas idílicas, excursiones a alguna zona en la que puedan echar el pie a tierra -playa de acceso en barco, por ejemplo-, snorkel, o paddle surf son algunas ideas.
En este sentido, con el mismo objetivo de tener recursos a mano para sobrellevar mejor si a alguno de los peques no le gusta mucho la experiencia o se le hace larga, es interesante llevar con vosotros algún juego de mesa o juguete (dependiendo de la edad de los niños) con el que se puedan entretener. No son obligatorios, pero no están de más como recurso porque el día es muy largo por mucho que a los adultos no nos lo parezca cuando el plan es navegar.
Un día de diversión y aprendizaje
Una forma de que se sientan integrados y motivados, y en consecuencia se lo pasen mejor, es hacerles partícipes de alguna tarea a bordo. Lógicamente, deben ser pequeñas tareas o que sean muy sencillas, pero lo suficientemente atractivas para que les motive llevarlas a cabo.
Es interesante, además, aprovechar el día en el mar para acercarles el mundo marítimo. Que conozcan la terminología, que sepan reconocer el barco, por qué se navega de una forma concreta, las normas más básicas que rigen el tráfico marítimo, etcétera. Aunque no lo parezca, si son curiosos, les gustará aprovechar la experiencia para aprender cosas nuevas.
En caso de que en algún momento de la travesía sientan miedo o se muestren inseguros, debéis ser asertivos y mostrar empatía con ellos porque no gestionan el miedo como lo hacemos nosotros. Este es el único camino para que se calmen y puedan disfrutar del día en alta mar. Si su nerviosismo es por el mal tiempo o porque el mar no está tranquilo, podéis estar resguardados con él en el interior del barco para que se tome un respiro, cambie de aires y trate de abstraerse de lo que le rodea.
Cuidado con la seguridad
Por supuesto, no dejéis de vigilarlos en ningún momento cuando estén en la cubierta, especialmente si estamos hablando de niños pequeños. De todos modos, la recomendación al respecto más segura es que si el barco está navegando y hay niños a bordo, estos no deben circular por la cubierta, sino que deben ir fijos en una posición cómoda y segura para ellos, y siempre con el chaleco salvavidas puesto.
Es bueno, además, que los niños sean conscientes de los riesgos y para eso es recomendable explicarles los límites a bordo para que no los excedan con su comportamiento. Por ejemplo, no ir a la parte delantera del barco sin un adulto, mantenerse alejados de la botavara y no ir demasiado cerca de la barandilla.
Y por último, tampoco debéis perder de vista la bolsa que preparéis para vuestro día en alta mar. Que no falten en ella, por lo menos, protector solar FP50+, ropa cómoda y algo más por si refresca, medicamentos contra los mareos, y gorras, gorros o cualquier otro elemento de protección contra el sol para la cabeza.