¿Por qué, en Japón, los padres de recién nacidos envían bolsas de arroz con el peso del bebé a sus familiares?
La pandemia ha obligado que mantengamos una distancia social, por eso algunos padres japoneses han decidido enviar bolsas de arroz con el peso de su recién nacido y una foto de su cara para que los familiares sepan lo sano que está su recién nacido.
Desde que dio comienzo la pandemia, las medidas de seguridad han ido aumentando. Medidas que también han tenido, y siguen soportando, los hombres y las mujeres que se estrenan en la paternidad y la maternidad. Porque, desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas, las visitas a recién nacidos en los hospitales quedaron completamente prohibidas: recordemos que desde marzo del pasado año, solamente puede entrar una persona con la mujer que va a dar a luz. Una persona que se someterá a prueba negativa y que no podrá salir del hospital hasta que no salga con ella.
Dicha prohibición se ha convertido, desde entonces, también en recomendación cuando el bebé recibe el alta. Se recomienda que sean pocas las visitas que reciba en casa, al menos hasta que no se cumpla cierto tiempo de su nacimiento y siempre asegurándose que la persona que lo vaya a visitar es negativa en SARS-CoV-2.
Ante este escenario, la imaginación ha salido a la luz. Como la idea de una madre, que decidió dar una sorpresa a la abuela de la bebé y presentársela por la ventanilla del coche. O como la de los japoneses: enviar bolsas de arroz con el peso exacto del bebé junto a una foto del pequeño a los familiares para que vean lo sano que está hasta que llegue el día en que puedan conocerlo.
Estos saquitos que escogen los japoneses no son bolsas cualquiera: están disponibles en una amplia gama de diseños; incluso se puede escoger una con forma de bebé envuelto en una manta para que los familiares puedan sentir que están abrazándolo mientras miran la foto.
La cantidad de arroz en la bolsa se corresponde con el peso al nacer del recién nacido y el precio aumenta en paralelo con el tamaño del bebé. Algunas empresas cobran un yen el gramo, y un paquete de 3,5 kg cuesta unos 18 euros.
Naruto Ono fue el creador de esta innovadora idea después de que un cliente vio una de las bolsas de arroz con la foto de su hijo en la tienda de la compañía y comentó lo bonito que era. Ono pensó que podría montar un negocio de ello, ya que muchos padres piensan que es algo innovador y dulce. “Tuve la idea por primera vez hace unos 14 años cuando nació mi propio hijo y estaba pensando en lo que podía hacer por los familiares que vivían lejos y no podían venir a verlo. Así que decidimos hacer bolsas de arroz que tuvieran el mismo peso y forma que el bebé, para que los familiares pudieran sostenerlos y sentir la ternura”, dice Naruo Ono.
A partir de esto, Ono ha ampliado la gama de productos para incluir bolsas de arroz para celebraciones con temas de bodas.
“En el caso de los artículos de celebración de bodas, los novios se los entregan a los respectivos padres con sus fotos de cuando eran bebés como una forma de mostrar agradecimiento por haberlos dado a luz”, dijo Ono.
Las bolsas de arroz para bodas se han vuelto tan novedosas que incluso son aún más populares que las de nacimiento. "Durante la pandemia, la demanda de ellos realmente ha aumentado ya que la gente no ha podido viajar a las ceremonias de boda", agregó Ono.
La natalidad sigue cayendo en Japón
El crecimiento del negocio de las bodas ha ayudado a compensar el impacto de la caída de la tasa de natalidad en Japón, aunque esto no evita que se sigan casando menos personas en Japón. Los matrimonios cayeron a un mínimo de posguerra en el que nacían unos 525,490 niños, cuando lo normal para que la población aumente es más de 1 millón de nacimientos anuales.
Según nippon.com una red de noticias y de actualidad japonesa, la población de Japón era de 126.167.000 personas de acuerdo con un cálculo del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones, lo que supone un declive de 276.000 personas. Las estrictas restricciones de viaje redujeron el número de personas que se trasladaron al país desde el extranjero, lo que agravó la caída causada por las tendencias demográficas a largo plazo.
El número de recién nacidos se redujo a un mínimo histórico de 843.321 en 2020, disminuyendo cada año desde que nacieron casi 1.25 millones de bebés en 1989. Japón tiene una de las poblaciones que junto a España se encuentra muy envejecida. Las personas de más de 65 años representan el 28,4 % de la población y el 12,9 % de la fuerza laboral japonesa en 2018, ambos porcentajes máximos históricos.