En el parque: normas de conducta para padres
Los parques son el primer centro de socialización de nuestros hijos, pero también el nuestro, el de los padres. Puede ser un lugar excelente para ampliar nuestros horizontes sociales y olvidarnos de prejuicios.
Autor: Mariana Romero
El parque se convierte en ese lugar al que acudimos casi diariamente y en el que las relaciones sociales tienen sus propios códigos. Los padres somos los primeros que debemos dar ejemplo de cómo hay que actuar en el parque y nuestro comportamiento con otros padres es clave. Te damos algunos consejos para promover la tolerancia y evitar posibles conflictos:
No intervenir en los conflictos entre niños
- Algunas situaciones que no iban a ir a más se convierten en conflicto simplemente por la intervención de los padres.
- A lo mejor los pequeños se empujan sin cuidado ni intención y no se ofenden. Sin embargo, el padre que está mirando la situación se molesta y llama la atención al otro niño. Los padres de este intervienen... y se arma el lío.
- Hemos de saber que los niños suelen resolver con gran inteligencia sus asuntos. Cuanto menos nos metamos, mejor.
- Hay una norma no escrita según la cual cada padre se encarga de su hijo: si el nuestro se porta mal, le llamamos la atención nosotros (y no esperamos a que lo hagan los padres de los otros niños), y si se portan mal con nuestro hijo, damos al padre o madre del otro la oportunidad de actuar primero.
No comparar para preservar la armonía
La clave para terminar con la armonía de las nuevas relaciones en el parque es caer en la tentación de compararnos con el resto de los padres, o a nuestros hijos con el resto de los niños.
No hay que ceder al impulso de convertir la comparación en nuestra forma de relación con los demás. Se pierden las nuevas amistades y la esencia del parque, que podría definirse como: pequeño espacio ajeno a los peligros, alternativa perfecta a la tele o a una desazonadora jornada en casa, donde se reúnen personas de diferente edad, sexo, nacionalidad y estilo con el fin de divertirse.
Asesora: Isabel García, psicóloga.