Beneficios de practicar deporte con tus hijos
Es una gran oportunidad para generar un impacto positivo todavía mayor del que la actividad deportiva tiene ya de por sí en todas las personas.
Practicar siempre es una conducta positiva de base. Hay excepciones que pueden poner en duda sus beneficios, como ocurre con el profesionalismo, donde se lleva al cuerpo y la mente a situaciones extremas, y muchas connotaciones que pueden mejorar todavía más la experiencia. Es el caso de llevarlo a cabo en familia, con tus hijos.
A grandes rasgos, los beneficios que esto conlleva se pueden dividir en dos grandes grupos: aquellos que impactan de forma directa y exclusiva en cada miembro del grupo y los que tienen una influencia global en el núcleo familiar.
Los primeros no difieren de los que la práctica deportiva en general, en casi cualquier circunstancia, supone. En los niños, desde el bienestar físico y emocional que les proporciona hasta la transmisión de valores éticos y personales. En los adultos, más de lo mismo. No solo previene problemas de salud y fortalece el organismo a distintos niveles, sino que siempre permite un crecimiento personal en lo mental y en lo que respecta a la adquisición y desarrollo de diferentes habilidades.
Pero a esta larga lista de beneficios por la que hemos pasado por encima porque ya te la conoces casi de memoria se suman otras ventajas cuando el deporte se practica en familia, un hábito que es perfectamente compatible con hacerlo de manera individual en otros momentos. Una cosa no quita la otra sino que ambas son compatibles y suman.
Nuevas motivaciones
De entrada, practicar deporte en familia es una oportunidad para descubrir a los niños nuevas motivaciones. A veces no hay tiempo para que prueben determinadas cosas entre el horario escolar, el juego libre y sus actividades extraescolares. Por eso, disponer de tiempo libre para enseñarles algún deporte nuevo siempre es un privilegio que debemos aprovechar. Cuantas más puertas derriben, más se enriquece su vida y su personalidad.
Además, es innegable que disfrutar de tiempo de calidad todos juntos es la forma más eficaz de fortalecer el vínculo y la cohesión del núcleo familiar. Y el deporte es una excusa perfecta para ello porque garantiza un ambiente distendido y relajado, donde todo fluye con más naturalidad y sin la presión habitual del día a día.
Los mejores deportes para empezar
Cualquier disciplina deportiva es válida para practicarla en familia, pero precisamente para fomentar un ambiente favorable como el descrito, nuestro consejo es que optéis por actividades al aire libre que permitan la comunicación a la vez que se practican. Un ejemplo para que lo entiendas mejor: ir a nadar es interesante y muy beneficioso para todos, claro que sí, pero no permite interactuar tanto como un paseo en bicicleta o jugar un partido de pádel o tenis todos juntos.
Al final, el deporte, a diferencia de cuando se enfoca como una actividad individual en la que la disciplina elegida es decisiva en el resultado final de la experiencia, cuando se practica en familia no es más que el medio para alcanzar el objetivo final, que no es otro que compartir un rato de felicidad y diversión. ¿Qué más da salir a dar un paseo por el campo que coger las bicis o jugar a la pelota en el parque o en la playa si la tenéis cerca de casa? Lo valioso es hacerlo, así que dadle prioridad.