El grave peligro para los niños que suponen las colchonetas y figuras hinchables en el mar
La OCU ha alertado de que el uso de las colchonetas hinchables y los flotadores gigantes debe ser revisado más exhaustivamente, sobre todo por el gran número de muertes por ahogamiento que se ha registrado en nuestro país en los últimos años.
Unicornios, flamencos, pizzas, donuts… Los flotadores gigantes son el elemento estrella del verano y nos gustan en todas sus variantes. Las piscinas y las playas están repletas de estos hinchables que tan de moda están, e invaden nuestro espacio de baño y también las redes sociales, y, como no, a los niños les encantan. Pero La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido del peligro que son para los más pequeños ahora que estamos en verano y las muertes por ahogamiento son más frecuentes.
La OCU advierte que estos juguetes acuáticos (entre los que encontramos flotadores, figuras hinchables, barcos acuáticos y colchonetas) no son elementos fabricados para mantener la seguridad en el agua y no ahogarnos, por lo que no tienen que cumplir unos requisitos mínimos de flotabilidad en el agua. Recomienda que para evitar sustos los niños tienen que aprender a nadar lo antes posible, para que puedan tratar de defenderse ante cualquier circunstancia, no jugar con estos juguetes y para los adultos una advertencia: debemos vigilarlos constantemente mientras se encuentran en el agua.
Para una mayor seguridad, la OCU recomienda que solo se utilicen en zonas donde el niño haga pie sin problemas y nunca usarlos en el mar por riesgo de que los arrastre la corriente hacia dentro. Las colchonetas se consideran juguetes y hay que tener cuidado con llevarlas a zonas profundas o dormirnos encima de estas, así como procurar no tirarnos encima de ellas desde el borde de la piscina porque podemos rebotar y sufrir contusiones con el bordillo o contra el fondo.
También advierte sobre los materiales con los que se producen, que normalmente contienen altas dosis de ftalatos, los cuales tienen riesgos si se chupan, y no siempre vienen bien indicados todos los componentes en la etiqueta, así como tampoco se encuentran las direcciones de los fabricantes al completo.
El ahogamiento es la segunda causa de accidentes mortales en menores de 18 años, y cada verano se producen cientos de muertes de todas las edades por este motivo. Desde la OCU creen que estas situaciones se podrían evitar:
- Enseñando a los niños a nadar cuanto antes, siendo la edad ideal para apuntarle a cursillos por primera vez desde el primer año hasta los 4.
- Vigilándoles constantemente aunque sepa nadar, indicándoles aquello que no pueden hacer.
Incluso, llega a recomendar que los padres se apunten a algún curso de primeros auxilios por si se ven envueltos en un susto.
Hay que tener cuidado
También destacan la importancia de aquellos objetos que sí hacen la función de elementos para la seguridad en el agua como las burbujas, los manguitos o los chalecos, y dan unas pequeñas pautas sobre cómo utilizarlos, siendo los chalecos los favoritos por la Organización para la seguridad de los peques:
- Los manguitos deben estar bien colocados y cerca del hombro para que no se salgan.
- Las burbujas deben usarse a partir de los 2 años. Ajustadas lejos de la cintura para evitar que el niño se dé la vuelta y acabe boca abajo.
- Los chalecos deben ser de la talla correcta del niño.
Ante una jornada en la piscina o en la playa, la OCU también nos da 4 pautas básicas que todos debemos seguir para mantener la seguridad de los niños y también de mayores, como evitar playas sin socorrista; respetar las banderas; si se va a embarcar o a hacer algún deporte acuático hay que asegurarse de usar chalecos salvavidas y de que los niños estén bien protegidos; o evitar todo tipo de choques, tanto en la playa con rocas que no se vean, como en las piscinas con el bordillo o el fondo.