Ser Padres

Los españoles pasamos 167 días al año frente a una pantalla

Una media de unas 11 horas diarias, ese es el tiempo que pasamos frente a un dispositivo con pantalla. Analizamos estos preocupantes datos de la mano de los expertos.

167 días, casi la mitad de un año, en concreto el 45% del año, ese es el tiempo que pasamos con la vista pegada a un dispositivo digital. Este es el alarmante dato extraído de la campaña social ‘Screen Pollution’ de Multiópticas que tiene como finalidad concienciar e inculcar hábitos saludables para evitar el impacto negativo del abuso de pantallas sobre la salud ocular. Sin embargo, este dato del estudio realizado por la empresa demoscópica Sondea a petición de Multiópticas, no es el único que hace saltar la voz de alarma: los menores de 18 años pasan una media de casi 3 horas al día frente a pantallas, una cifra muy superior a lo recomendado por los expertos. Además, El 90% de los niños tienen su propio dispositivo a los 14 años cuando sus padres lo tuvieron a los 24 años y el 92% de los padres españoles opinan que los niños podrían tener problemas de visión por el tiempo que pasan mirando las pantallas.

La pantalla del móvil, la tablet, el ordenador, el e-book, la tele…son numerosas las pantallas y los dispositivos que manejamos a diario, de hecho, según datos del mismo estudio, en el 81% de los casos miramos más de 5 pantallas distintas a lo largo del día.

¿Qué es Screen Pollution?

Screen Pollution es el proyecto de la compañía Multiópticas para sensibilizar a la población sobre los riesgos del uso abusivo de las pantallas y prevenir la salud ocular. En el marco de este proyecto, se llevan a cabo diferentes acciones: un informe con los hábitos de uso de pantallas, una recopilación de consejos para prevenir las consecuencias negativas para la salud ocular y la realización de las Free Screen Sessions, unos talleres prácticos en centros educativos de primaria y secundaria en los que se ha compartido con los alumnos consejos y hábitos que deberían adquirir a la hora de usar los dispositivos digitales.

Algunos de los problemas de salud más frecuentes derivados de un uso abusivo de los dispositivos digitales y de las pantallas son la miopía, la sequedad ocular, la falta de concentración y el insomnio, entre otros. Además, según apunta el Doctor Manuel Díaz Llopis, catedrático de Oftalmología de la Universidad de Valencia, “en la población adulta, el uso no adecuado de pantallas lleva a la fatiga visual que acaba generando cefaleas permanentes y es un componente añadido en procesos depresivos”.

Principales problemas visuales por el uso de pantallas

Anteriormente citábamos la sequedad ocular, la miopía y la falta de concentración o el insomnio como algunos de los problemas de salud principales en niños derivados de un uso abusivo de las pantallas.

Según el doctor Díaz Llopis, “en los adultos la consecuencia principal es la fatiga visual, que es reversible en el momento en el que se reduce ese uso. Afecta mientras se haga un abuso y si no se cuida la ergonomía, la iluminación, el descansar y humidificar el ojo”.

En los niños es muy difícil cambiar los hábitos, en primer lugar porque los padres no lo hacen: “los niños quieren salir cada vez menos de casa porque tienen las pantallas y esto potencia la miopía, aunque no sea el único factor que la provoca. El reto tecnológico va a estar en conseguir que las pantallas de los móviles se vean igual de bien bajo la luz natural que en la oscuridad”. El experto también asegura que se debería hacer un descanso cada hora de 10 o 15 minutos dentro de lo razonable, que serían unas 4-6 horas (no seguidas) de uso en adultos.

“En los niños el uso recomendable es el que no interfiera con las actividades habituales, es decir, habría que relegar el uso de las pantallas a lo que antes se dedicaban otras actividades en ocasiones concretas, por ejemplo en días de lluvia o situaciones similares”,matiza el experto.

Consumo de pantallas de los más pequeños

Fuente: Estudio Screen Pollution

Consumo pantallasFuente: Estudio Screen Pollution

En este estudio, también se analizaron datos sobre el consumo de pantallas y dispositivos digitales de los más pequeños, arrojando información que, desde luego, da que pensar:

- 1 de cada 3 niños comenzó a utilizar dispositivos con pantallas antes de los 3 años.
- 3 horas es la media que pasan los niños delante de una pantalla.
- Más de 4 horas diarias es el tiempo que pasan de media diaria mirando una pantalla los adolescentes de entre 12 y 17 años teniendo en cuenta que todavía pocos colegios utilizan pantallas en clase.
- 5 años es la edad a la que prácticamente la mitad de los niños empiezan a manejar plenamente un dispositivo con pantalla. 
- 9 años es la edad a la que los niños reciben su primer teléfono móvil.

Con respecto al primer teléfono móvil, Pía García Simón, responsable de comunicación de Empantallados (Plataforma web dirigida a padres y madres y a otros educadores para acompañar a los niños en la aventura digital cuando empiezan a hacer uso de las pantallas), asegura que “Aunque muchos padres creen que la edad adecuada para tener el primer móvil es alrededor de los 13 años, la realidad es que a los 9 años ya se les compra en muchos casos’. En primer lugar deberíamos preguntarnos si el niño está preparado para tener móvil y si los padres estamos preparados para acompañar en ese uso de la tecnología a nuestros hijos. Además, la entrega del móvil debería ir acompañado de un pacto entre padres e hijos sobre el uso del mismo”.

Para Pía García Simón es importante que los padres que tengan en casa niños que ahora se estén iniciando en el uso de pantallas sigan las recomendaciones de las organizaciones internacionales, como la Academia Americana de Pediatría: “por debajo de los 18 meses es mejor que los niños no se expongan a pantallas y entre los dos y los 5 años es mejor que no se exceda una hora de consumo de pantalla y siempre con contenidos seleccionados para su edad. Es importante aprovechar esos primeros años de vida para educar en límites, en moderación y en fomentar el interés por otras actividades necesarias para su desarrollo como el juego libre, la lectura, la música, etc”.

En cuanto a la edad recomendada para iniciarse en pantallas, la responsable de comunicación de Empantallados afirma que: “el uso debe ser progresivo y adecuado a esa edad. Siempre después del año y medio o dos años y más adelante dándole autonomía, pero con el papel fundamental de los padres en la selección y supervisión de los contenidos que consumen. También es importante acompañarles cuando están en Internet o con pantallas, que esta es una parte muy difícil y se debe tener una conversación constante en la que, igual que hablamos de otros temas, también se hable de lo que ha pasado en Internet”.

Como decíamos, el uso de pantallas y tecnología debería ser un contrato pactado entre padres e hijos. En ese asunto Pía García aconseja: “que existan una serie de normas a las que nos podamos comprometer, por ejemplo, preservar el tiempo de la comida y la cena como espacio sin pantallas para favorecer una buena alimentación y la conversación familiar, también se deben establecer por edad y por miembro de la familia los límites y los espacios en los que se van a utilizar esas pantallas, ya que no es lo mismo pautar a un adolescente que lo que puede querer es jugar todo el rato a Fortnite, por ejemplo, y habría que pautarle tiempo, por ejemplo, jugar solo en fin de semana, o a un niño más pequeño que quizá lo que quiera sea ver dibujos en la tablet y pautarle 15 minutos de exposición, es decir, poner normas adaptadas a la edad. También es importante un día detox de pantallas y preservar momentos especiales para la familia en los que no retratemos  lo que hacemos para que se quede en la intimidad familiar”.

Lo cierto es que, en rasgos generales, los hijos suelen ser tecnológicamente más desarrollados que sus padres y eso puede ser una dificultad añadida: “es una tarea de responsabilidad saber a qué tipo de contenidos se expone nuestro hijo cuando está en Internet, a qué tipo de videojuegos juega (descargárnoslos con él e informarnos), saber quiénes son sus “influencers de cabecera”…tenemos que estar al día de lo que pasa en su realidad dentro de las pantallas”, explica la experta.

Hábitos saludables

Además de todos los hábitos y consejos de los que hemos venido hablando a lo largo de este artículo, hay que señalar que utilizar las pantallas en entornos bien iluminados, controlar la distancia de la pantalla a la vista, parpadear con frecuencia, tomar pequeños descansos o lucbricar los ojos con lágrima artificial, por ejemplo, son buenos aliados para prevenir los daños provocados por el usos de pantallas. Además, Multiópticas ha implementado el iBeslayt Technology, un tratamiento antirreflectante incorporado a las lentes que ayuda a prevenir la fatiga y el estrés visual.

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