Ser Padres

El espíritu de la placenta

En el pensamiento aymara, en Bolivia, el parto se entiende como dos nacimientos: el del bebé y el de la placenta. Rituales naturales y alimentos para homenajear a la madre tierra.

Marta Moreno

El parto es un momento importante en la vida de una persona y de una comunidad.

Hasta no hace mucho tiempo era habitual dar a luz en casa (incluso hay corrientes que están recuperando esta práctica). Sin embargo, tenemos ya muy identificado en el imaginario colectivo el parto en un hospital en posición horizontal.

Pero en otros lugares, como las zonas rurales de los Andes, se defiende y utiliza el llamado "parto vertical" para respetar su cultura.

Tiene una explicación en sus usos y costumbres y también con alguna visión del cosmo cultivada por algunos pueblos, como los Aymara y los Quechua de Bolivia.

Según su forma de entender el mundo, en el proceso del parto es crucial que la futura mamá se encuentre en posición vertical ya que los fluidos y el bebé deben nacer en dirección de la tierra.

Los fluidos, el bebé y la placenta se recogen en un cuero de llama negra (en la actualidad, generalmente en cuero de oveja), que se forra con telas y se coloca en el suelo debajo de la madre.

A la propia madre parturienta se la considera como la tierra o pachamama. Se la debe cuidar y cobijar, como el sol calienta la tierra, para que pueda procrear de nuevo.

La ropa que utiliza durante el parto se considera, por analogía, como la abundante cobertura de cultivos sobre la tierra durante el tiempo de cosecha.

Los restos del parto y la placenta deben ser enterrados bajo la tierra, en la casa que simboliza la transmisión ancestral por línea materna. 

En el pensamiento aymara el parto se entiende como dos nacimientos: el del bebé y el de la placenta.

Fuente: Medicus Mundi 

 

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