Ser Padres

Lo que nadie cuenta tras el parto

Cambios de humor, caída del cabello, sangrado o pérdidas de orina son algunas de las consecuencias que el cuerpo de una mujer puede experimentar después de dar a luz. Eso sí todas ellas ¡son temporales!

Gema Boiza

El cuerpo de una mujer embarazada no vuelve a su ser de un día para otro después del parto. Ni mucho menos. La recuperación física y la adaptación psíquica a la nueva vida, tras la llegada del bebé, requiere de un cierto tiempo. ¿Cuánto? No hay una ciencia exacta. Depende de cada caso.

Eso sí, por mucho que muchas famosas sostengan que salieron del paritorio con la tripita plana o que en tres días ya estaban haciendo vida normal, la realidad es otra y bien distinta. ¡Que no te engañen!

Las aproximadamente 40 semanas de embarazo y el parto someten al cuerpo de cualquier mujer a una transformación de la que las hormonas son testigos en primera persona y directas responsables. Son precisamente esas hormonas las que originan que tras el parto el carácter y el humor de una mujer sea muy cambiante y pueda pasar de la risa al llanto, y viceversa, en cuestión de segundos.

Tampoco es de extrañar que al volver a casa de la maternidad, la mamá siga teniendo algunas contracciones debido a la contracción del útero hacia su tamaño original, tenga algunas pérdidas de orina, por el peso al que se ha sometido al suelo pélvico durante la gestación, o tenga algunos sangrados, los llamados loquios (son el revestimiento orgánico acumulado durante el embarazo y del que el útero se desprende tras el parto).

Tanto las contracciones como los loquios pasarán en apenas unos días, pero no pasará lo mismo con otras, llamémoslas consecuencias de la maternidad. El pelo y la piel también resultan afectados. Y es que si durante el embarazo las embarazadas pueden presumir de brillo, fuerza y agilidad en su melena, tras el parto su cabello suele estar más apagado y pobre tanto en brillo como en volumen y cantidad.

Con la piel pasa exactamente lo mismo. Las mujeres embarazadas suelen estar radiantes. Sin embargo, tras el parto su piel suele presentarse más grisácea o amarillenta. ¡Hay que mantener la calma, todo pasa! Eso sí, hay que ser consciente de los cambios para tomarlos como lo que son: cambios que en su inmensa mayoría terminan por desaparecer.

 

tracking