5 cosas que vas a hacer sí o sí cuando seas madre
Te dicen que tu vida va a cambiar y es verdad, pero quien más cambiará serás tú. Harás cosas que jamás se te habían pasado por la cabeza. ¿Sabes cuáles?
Cuando seas madre, harás todas esas cosas que dijiste que no ibas a hacer y... ¡sí!, las mismitas que hacía tu madre. Ya verás como…
1. Miras si el bebé respira
Está científicamente demostrado: los bebés respiran. De hecho, aparte de comer y dormir es de las pocas cosas que hacen los primeros meses.
Sin embargo, no podrás evitar: acercarte continuamente a la cuna y comprobar si el bebé respira. Eso varias veces durante la noche y los primeros días cada diez minutos.
2. Jugar al “yo más”
Si tienes amigas con bebés de la misma edad siempre habrá alguna cuyo bebé vaya por delante. Y tú te negarás a admitir que los bebés de las demás son más listos, más rápidos o más guapos que el tuyo, faltaría más.
Y también se puede jugar al “yo más” para lo malo: “Mi niño esta noche ha tenido 38 de fiebre” “Pues el mío ayer justo tuvo 40 y además convulsionó”.
3. Desear hacer algo sola y luego echarle mucho de menos
Te quejarás de lo absorbente que es el bebé –”hoy no me ha dejado ni ducharme”– y de lo mucho que te gustaría tener tiempo para ti y, en cuanto salgas por la puerta empezarás a mirar el móvil cada cinco minutos. A la hora ya estarás deseando volver a casa.
4. Serás la madre de todo el mundo
De repente, te parecerá fatal que tu mejor amigo se compre una moto, te descubrirás diciéndole a todo el mundo que se lleve una rebequita “por si refresca” y te empeñaras en preguntarle a la gente que si ha comido.
5. Llorarás a moco tendido
En el embarazo tienes las hormonas locas perdidas y eso es más o menos de esperar. Pero lo que no sabías es que, aunque la cosa vuelve a su ser más o menos, quedan secuelas.
Los publicistas lo tienen fácil: para vender cualquier cosa basta con poner un bebé adorable y una musiquilla tierna de fondo y ya están las mamás con la lagrimilla colgando.
Por supuesto, prohibidas las películas de niños secuestrados o sufrientes: si hay algo que una mamá reciente no soporta es oír llorar a un peque.