5 molestias comunes en el posparto... con solución
Hemorroides, estreñimiento, incontinencia urinaria… después del parto pueden aparecer algunas alteraciones transitorias. ¿Cómo solucionarlas?
Los cambios que acusa el cuerpo en el embarazo y el esfuerzo realizado durante el parto pueden dejar algunas pequeñas secuelas temporales en el organismo femenino.
1. El cansancio
Los loquios pueden ser más o menos intensos, la lactancia más o menos sencilla los entuertos pasar desapercibidos...
Pero si hay que tienen en común todas las mamás recientes, es el cansancio:
2. Una tristeza inexplicable
En parte por ese cansancio que se va acumulando día a tras días, en parte por la inseguridad ante los cambios que se están viviendo y que están por venir y, sobre todo, por la caída repentina de estrógenos y progesterona, muchas mamás sienten una tristeza inexplicable unos días después de dar a luz.
Es un bajón de ánimo pasajero que tal como aparece se va, más habitual con el primer hijo que con los siguientes, cuando ya se sabe de qué va la cosa.
Y no tiene nada que ver con la verdadera depresión posparto: la tristeza se mantiene durante mucho tiempo e incluso se agrava con cambios repentinos de humor, sentimientos de culpa, fobias, temores.
3. Hemorroides y estreñimiento
En el embarazo, la presión que ejerce el feto en la circulación sanguínea aumenta el riesgo el riesgo de sufrir hemorroides.
Las hemorroides pueden agravarse tras el parto por los esfuerzos realizados durante el expulsivo y complicarse con otro problema típico del posparto: el estreñimiento, provocado por el miedo infundado a que se suelten los puntos de la episiotomía, y porque el intestino tarda un tiempo en recuperar su ritmo.
4. Incontinencia urinaria
Algunas mamás recientes sufren pequeñas pérdidas de orina involuntarias al toser, estornudar, reírse o coger peso. El embarazo y el parto debilitan los músculos del suelo pélvico que sostienen el útero, el recto y la vejiga.
Para que no vaya a más, es importante fortalecerlos con los ejercicios de Kegel que se pueden empezar a hacer ya en el mismo hospital y que consisten en contraer con fuerza durante unos segundos los músculos que rodean la vagina y el ano y luego relajarlos.
Lo ideal es repetir este ejercicio tres veces al día en series de diez contracciones. Se puede realizar de pie, sentada y tumbada en cualquier momento y lugar.
5. Caída de pelo
Durante el embarazo, los estrógenos estimulan el crecimiento del pelo.
En el posparto el ciclo capilar se normaliza y se pierde todo el pelo que no se ha caído antes, dando una sensación de poco volumen y pobreza capilar.
Para disimular la caída, cambia de look y prueba hacerte un corte de pelo a capas que dé sensación óptica de más volumen.