Consejos para recuperarse de la cesárea

La recuperación tras una cesárea es más lenta que la del parto vaginal porque al puerperio se suma un posoperatorio y esto supone más cuidados.

Han de pasar como mínimo de tres a cuatro semanas para que la mamá reciente vuelva a disfrutar de una condición física óptima. Por suerte, hoy en día la intervención quirúrgica  no es tan invasiva como hace unos años, y la evolución es más rápida y mejor.

Nada más dar a luz

La madre se queda un tiempo en observación, si es posible el recién nacido permanece con ella. A veces es necesario colocarle una sonda para facilitar la micción. Se la levanta a las pocas horas (aunque sea para sentarse en el sillón), con ayuda de otra persona para no hacer fuerza en la tripa.

El alta se recibe en tres-cinco días siempre que todo vaya bien.

Molestias

Uno de los problemas más molestos, como en cualquier otra intervención abdominal, es la acumulación de gases, a consecuencia del cese temporal de la actividad intestinal por la anestesia. Lo mejor para combatirlos es moverse (por eso se aconseja levantarse cuanto antes). Suelen remitir en dos días.

La cicatriz

Los puntos externos suelen cicatrizar en 10 días y la herida tarda un mes en cerrarse por completo. En las primeras semanas es normal sentir tirantez y dolor.

Es importante proteger la cicatriz con las manos, especialmente en aquellos gestos que aumenten la tensión en el abdomen (al estornudar, al levantarse o sentarse…).

Es normal sentir sensación de hormigueo en la piel que rodea la cicatriz. Hay que vigilarla a diario y si presenta síntomas de infección, consultar a la matrona.

En ocho-nueve meses la cicatriz quedará reducida a una línea delgada y pálida.

Cuidados