¡Ya viene el bebé! ¿Qué hago?
En cuanto aparecen los primeros síntomas de parto, es normal que surjan muchas preguntas que hasta entonces no nos habíamos planteado.
¿Sabré reconocer que he roto aguas?
Esta cuestión angustia mucho a casi todas las embarazadas y, realmente, muchas veces incluso los profesionales no identificamos con facilidad una rotura de bolsa. En general, siempre que tengas alguna duda, has de acudir al hospital porque si se confirma la rotura es necesario el ingreso. Entretanto, para confirmarlo, vacía completamente la vejiga y ponte un paño de color oscuro como si fuera una compresa, camina y tose fuertemente para ver si de este modo expulsas líquido. Así es más fácil distinguirlo de la orina y del flujo (el líquido amniótico es transparente, y puede tener pequeñas partículas blancas o restos sanguíneos, mientras que el flujo es viscoso).
¿Puedo ir a cualquier hospital?
Si vas a tener a tu hijo en la sanidad pública, debes dirigirte al hospital de referencia de tu zona sanitaria, puesto que allí podrán acceder a tu historia clínica. Si te tratan en la sanidad privada, lo habitual es dar a luz donde atiende el médico que lleva el embarazo. Si deseas hacerlo en otra clínica, deberás prepararlo con antelación.
No obstante, en caso de que se presente una urgencia, podrán atenderte en cualquier hospital de la red sanitaria pública, tanto si estás de parto como si tienes cualquier problema relacionado con la gestación.
¿Me dará tiempo a llegar?
En general, y especialmente si es el primer parto, hay tiempo más que suficiente para llegar a la maternidad desde que se empiezan a notar los primeros síntomas, dado que el proceso de parto de un primer hijo puede durar muchas horas. La norma para dirigirse al hospital es:
Si sospechas que el nacimiento de tu hijo puede ser inminente (sientes ganas de empujar) y crees que no te va a dar tiempo a llegar al hospital, lo primero que debes hacer es pedir ayuda. Si estás sola, busca a alguien rápidamente y pídele que llame a un servicio de emergencia médica (112, Samur...). Si el nacimiento se produce fuera del hospital, ellos lo atenderán y luego te trasladaran al hospital de referencia para comprobar que todo está bien.
¿Qué llevo para mí y el bebé?
Si vas a dar a luz en una clínica privada, tendrás que preparar una bolsa con tus cosas y las del bebé (ropa, pañales, productos de aseo...). En la sanidad pública dan ropa y productos básicos de higiene. En cualquier caso, puedes llevar sin problema todo aquello que te proporcione comodidad y te haga sentir como en casa.
En el parto te vendrán bien unos calcetines para no pasar frío, un enjuague para la boca, que se reseca mucho, y crema hidratante para los labios.
¿Es bueno ducharse?
En principio no hay problema, incluso aunque se haya roto aguas, siempre que el líquido sea limpio (si es amarillento hay que ir al hospital sin demora). De hecho, es aconsejable hacerlo por si luego no da tiempo (la ducha relaja y ayuda a aliviar el dolor). Lo que no es conveniente en ningún caso es bañarse hasta que un especialista valore el estado de la bolsa amniótica, por el riesgo de infección.
¿Y comer antes de ingresar?
Si sospechas que estás de parto, es mejor que no comas nada. Una vez en el hospital, dependiendo del centro y de las características individuales de tu parto, te permitirán o no ingerir determinados alimentos y líquidos durante la dilatación. En cualquier caso, no es necesario que lleves comida.
Siempre que te apetezca tomar algo, debes consultar al personal sanitario que te está atendiendo para ver si es pertinente y nunca hacerlo por tu cuenta, ya que podría ser contraproducente en el caso de que el parto termine en cesárea.
¿Sangraré mucho?
A priori, es imposible saber la cantidad exacta de sangre que vas a perder durante el parto, ya que hay numerosos factores que pueden influir (parto normal, instrumental o cesárea), además de las características individuales de cada mujer. Se calcula que en un parto normal se pueden perder 500 cc y en una cesárea 1000 cc. No obstante, para afrontar las pérdidas que se puedan producir en el parto, a lo largo del embarazo fabricamos una cantidad adicional de sangre, así que no es preocupante.
Gema Magdaleno del Rey, matrona del Hospital La Paz, Madrid.