Algunos consejos útiles para escribir un plan de parto
El plan de parto puede convertirse en una herramienta verdaderamente útil tanto para la futura mamá y papá como para los distintos especialistas que te atiendan en ese importantísimo y delicado momento.
Escribir tu propio plan de parto no significa que tu parto esté libre de sorpresas, pero al menos ayudará a que te encuentres lista por si suceden. Se convierte en una opción excelente para ofrecerte una idea bastante firme de lo que quieres que ocurra durante el parto. Por ejemplo, puedes desear que sea lo más natural posible, completamente libres de medicamentos; o puedes aceptarlos sin problema.
Evidentemente, en medio de una contracción es sumamente difícil transmitir cuáles son tus preferencias. Por tanto, este plan se consolidará como tu 'voz' en ese momento y los médicos y especialistas intentarán tenerlo en cuenta siempre y cuando no exista alguna complicación que lo impida.
Aunque a priori parezca sencillo sentarse delante de un papel y escribir nuestro parto ideal (especialmente si te trata del primero), lo más habitual es que surjan dudas y que, incluso, no sepamos ni cómo empezar. Si esto ocurre, podemos acceder a la web y consultar algunos ejemplos, pero siempre es recomendable evitar los formularios ya escritos, ya que esas serán las demandas de otra embarazada.
¿Por qué? Muy sencillo: muchos de los planes de parto ya escritos que encontrarás en la mayoría de sitios pueden convertirse en un buen punto de partida, pero nunca deben ser tomados al pie de la letra, ya que pueden incluir demandas o deseos personales que, llegado el momento, tú no desees.
Por ejemplo, en un plan de parto determinado la mamá pudo pedir que no se le administrara ningún tipo de medicamento (incluyendo la epidural); y tú, sin embargo, sí lo desees.
Por tanto, para ayudarte a hacer tu propio plan de parto, te ofrecemos algunos consejos sencillos que te serán de gran ayuda. Toma nota.
Escribe tu propio plan de parto, siempre
Precisamente por lo que te comentábamos en el apartado anterior, es imprescindible y fundamental escribir tu propio plan de parto, evitando utilizar cualquier otro plan que te hayas descargado de Internet, o que incluso te haya dejado alguna amiga o familiar.
Aunque los planes de parto preescritos son buenos para usar como hojas de trabajo mientras piensas y elaboras el tuyo propio, lo más adecuado es elaborarlo por ti misma. Debe ser breve y legible con facilidad, preferiblemente de 1 a 2 páginas.
Se recomienda, además, ser personal y cortés en la escritura, utilizando declaraciones como “yo” y, sobre todo, usar la palabra “por favor” siempre que sea posible. También se aconseja contar historias personales cortas que ayuden a explicar tus elecciones.
Intenta ser muy respetuosa y educada con tus elecciones

Plan de Parto
Es aconsejable, antes de escoger el tipo de parto que deseas o escribir las pautas relacionadas con el manejo del dolor, completar un programa de preparación al parto o leer un libro sobre preparación para el parto, lo que te permitirá hacerte una idea de qué esperar en el parto. Además, te deberás informar todo lo que puedas sobre las distintas posiciones de parto.
También es útil visitar (siempre que sea posible) las instalaciones donde darás a luz y conocer todas las opciones que ofrecen los especialistas médicos del lugar para controlar y manejar el dolor.
Indica nombre y teléfono de las personas involucradas
Se recomienda incluir tu nombre, el nombre de tu bebé (si ya lo has elegido), tu obstetra o matrona, el pediatra o médico del bebé, y los nombres de todos los que esperas que estén presentes en el parto.
Es una opción útil y recomendada por si surge algún tipo de problema, aunque es cierto que en la mayoría de las ocasiones lo más probable es que nunca entres sola al paritorio (lo más común de hecho es estar acompañada de tu pareja, o de algún familiar muy cercano).
Añade datos sobre tu propio historial médico y obstétrico
Es aconsejable incluir una sección donde recoger información acerca de tu propio historial médico. Es decir, si padeces algún tipo de alergia, afecciones médicas crónicas o información sobre cada uno de tus embarazos y partos anteriores.
Aunque es probable que los profesionales que te atiendan en el parto lo tengan evidentemente en cuenta, indica información acerca de si eres positiva o negativa para el estreptococo del grupo B, si tienes o no diabetes gestacional, y si en alguna ocasión has tenido herpes, hepatitis, VIH u otras enfermedades de transmisión sexual.