Ser Padres

Hepatitis infantil: síntomas y recomendaciones de la OMS

La OMS ya ha confirmado una víctima mortal de la hepatitis infantil que tiene en vilo a todas las familias. Estas son las recomendaciones que ha lanzado, y los síntomas de alerta.

Cuando creíamos que, de momento, no debíamos preocuparnos por ninguna otra enfermedad y casi controlada la COVID llega una hepatitis infantil de origen desconocido que ha vuelto a poner en jaque a especialistas y familias. Y ese origen desconocido, precisamente, lo que más preocupa a los expertos.

En total se han reportado, al menos, 169 casos en 11 países diferentes, uno de ellos mortal, de acuerdo a la confirmación de la Organización Mundial de la Salud hace apenas horas. En España, cinco niños de entre dos y siete años permanecen ingresados en diferentes hospitales. Uno de ellos ha necesitado, incluso, un trasplante de hígado.

Síntomas de esta nueva hepatitis infantil

Como decimos, es de origen desconocido y, de acuerdo a lo que contaba en nuestro medio la pediatra Carmen de la Torre, lo más desconcertante es que las pruebas de laboratorio que se hacen a los infectados no demuestran infección por ninguno de los virus de hepatitis de los que se tiene conocimiento. Por lo que, se sigue investigando su procedencia (y la OMS insta a ello a todos los países que detecten casos). La misma profesional aseguraba que se han detectado virus y bacterias varios en el cultivo de heces y, algunos de los pacientes infectados han dado positivo en algún adenovirus (en 74 casos) o coronavirus (SARS-CoV-2 en 20 casos, según la OMS), por lo que la hipótesis que más se baraja es esta, aunque todavía no hay ningún estudio que lo certifique.

Ante esta nueva noticia, todas las familias temen que sus hijos enfermen. Por suerte, es una enfermedad que, de momento, ha afectado a pocos casos, pero no está de más conocer cuáles son los síntomas que más se repiten. Los mismos los ha expuesto la Organización Mundial de la Salud en su página web hace tan solo unas cuantas horas:

Carmen de la Torre hablaba, además, de otros síntomas más específicos de esta enfermedad:

  • Coloración amarilla de la piel y los ojos
  • Color oscuro en la orina
  • Sustancia blanquecina en las heces
  • Picor de piel

Las recomendaciones de la OMS ante la aparición de esta hepatitis

La pregunta más repetida por los padres: ¿se puede prevenir la hepatitis? En este sentido, la Organización Mundial de la Salud ha hecho públicas una serie de recomendaciones que de sobra conocemos todos:

  • Lavado frecuente de manos
  • Cubrirse la boca al toser
  • Mantener distancia de seguridad
  • No mantener ninguna restricción en viajes dentro y fuera de Reino Unido y cualquier otro país en el que se identifiquen casos

Además de los consejos de la OMS, también deberíamos:

  • Evitar usar pañuelos desechables
  • Evitar que los niños beban del mismo vaso o pajita

Son las mismas recomendaciones que haría para protegerse de cualquier adenovirus, ya que es la hipótesis que más se baraja.

No obstante, ha lanzado otras recomendaciones encarecidas y más dirigidas a la comunidad sanitaria de los diferentes países, pues lo primordial en este momento es descubrir de dónde procede esta hepatitis tan extraña. “Se requiere más trabajo para identificar casos adicionales, tanto en los países actualmente afectados como en otros países”, alerta en su web. “La prioridad es determinar la causa de estos casos para afinar aún más las acciones de control y prevención”, sigue.

Dentro de ese estudio, expone una serie de pruebas necesarias que deberían hacer las autoridades sanitarias a los afectados:

  • Análisis de sangre
  • Análisis de orina y de heces
  • Muestras respiratorias
  • Biopsia hepática

¿Podría ser un síntoma secundario de la COVID-19 o, incluso, de la vacuna?

Es uno de los bulos que más circulan por redes sociales y grupos de padres: que la hepatitis sea consecuencia de la vacuna o de la infección por COVID-19. Pero, a juzgar por los datos que recoge Reino Unido (repetimos, el país donde se han detectado más casos hasta el momento) no todos los afectados han reportado una infección por este virus en el momento del traslado al hospital: tan solo 20 casos a lo largo del mundo son positivos por SARS-CoV-2. Eso sí, no se puede dar nada por sentado en el momento en el que nos encontramos.

¿Y qué pasa con la vacuna? ¿Podría ser consecuencia de ella? Esto es lo que dice la Organización Mundial de la Salud: “Las hipótesis relacionadas con los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 actualmente no se respaldan, ya que la gran mayoría de los niños afectados no recibieron la vacuna contra la COVID-19”. Y es que, los más afectados tienen entre 2 y 5 años.

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