Factores que pueden desencadenar una crisis epiléptica en niños
En España, cada año se diagnostican 22.000 nuevos casos de epilepsia, de los que se calcula que, aproximadamente, la mitad se produce en menores de 15 años. Pero, ¿qué factores pueden desencadenar una crisis epiléptica?
Según informa el Hospital La Salud, reportando al portal vivirconepilepsia.es, cada año en nuestro país se diagnostican aproximadamente 15.000 nuevos casos de epilepsia. De ellos, aproximadamente la mitad se producen en menores de 15 años.
Aunque, eso sí, la neuróloga Ana Marco, tranquiliza a las familias que se hayan alarmado tras leer los datos: “es importante destacar que la mayor parte de los casos de epilepsia infantil tienen un buen pronóstico y responden bien al tratamiento”.
De hecho, yendo un paso más allá, el mismo portal afirma que dos tercios de los niños que sufren epilepsia en algún momento de su vida superan las crisis a medida que se van haciendo mayores e, incluso, en algunos casos, pueden llegar a controlar la enfermedad sin ninguna medicación. Un tratamiento que prescribe el neurólogo pediátrico y que suele incluir medicamentos antiepilépticos y buenos hábitos higiénicos.
Quizás esta información te haya hecho plantearte si la epilepsia puede dejar secuelas en el desarrollo cognitivo de los menores. Pues bien, el mismo portal afirma que algunos niños que sufren esta enfermedad tienden a presentar trastornos de conducta y de aprendizaje, “pero esto no quiere decir que debamos asociar automáticamente la epilepsia a un retraso del desarrollo cognitivo”, explican.
Distinguiendo entre epilepsia y crisis epiléptica
Nos hemos preguntado algo: ¿siempre que hay una crisis epiléptica hablamos de un diagnóstico de epilepsia? No, habitualmente no es así. Y es que, según la neuróloga marco, tenemos que diferenciar de epilepsia de crisis epiléptica única: “es decir, aquella que viene definida como un acontecimiento transitorio de signos o síntomas debidos a una actividad neuronal anormal excesiva o síncrona en el cerebro”. Así, es tajante al afirmar que “una crisis no significa necesariamente que el paciente tenga epilepsia”.
Eso sí, es común tender a confundir estas crisis epilépticas con las conocidas convulsiones, pero no es lo mismo: “las convulsiones, que son contracciones musculares involuntarias, pueden tener su origen en el sistema nervioso central, o no, por lo que no es lo mismo que una crisis de este tipo”, afirma la neuróloga.
Argumenta que para considerar un caso como epilepsia, tienen que producirse las crisis regularmente o, según la ILAE, cuando se dan alguna de estas condiciones:
- Al menos dos crisis epilépticas que ocurran separadas por un plazo superior a 24 horas
- Una sola crisis epiléptica unida a una alta probabilidad por el origen causal de la misma, de que aparezcan más crisis durante los diez años siguientes
- Cuando se diagnostica un síndrome epiléptico
¿Qué factores pueden desencadenar una crisis epiléptica?
A sabiendas de que crisis epiléptica única y epilepsia no es lo mismo, conviene identificar algunos factores que podrían desencadenar la primera en algún momento de la vida del niño. Aunque, tal y como apunta la neuróloga, esos factores son numerosos (y pueden darse tanto en la infancia como en la edad adulta), algunos de los más frecuentes son:
- Daño cerebral por lesiones prenatales o perinatales
- Malformaciones congénitas o alteraciones genéticas
- Traumatismos craneoencefálicos graves
- Accidentes cerebro vasculares
- Infecciones cerebrales como la encefalitis o meningitis