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Cómo y cada cuánto limpiar fundas, cortinas, edredones y alfombras para que no acumulen suciedad y afecte a los niños

Estos son los consejos generales más eficaces para mantener limpios los textiles del hogar y evitar que el polvo y la suciedad se acumulen en ellos, lo cual afectará a la limpieza general de la casa y también a la salud respiratoria de sus inquilinos.

Hablamos mucho del cambio de armario, de cómo protegerlos para que la ropa huela bien y se conserve limpia en su interior, de trucos de limpieza de la casa, de cómo mantener bien la temperatura ambiente en ella, pero resulta que luego somos mayoría los que no limpiamos cortinas, edredones, mantas y alfombras de forma adecuada, justo superficies proclives a acumular ácaros y suciedad de todo tipo.

Cómo y dónde lavarlo

Contra la pereza que da lavar el textil de la casa además de las alfombras no podemos hacer nada; solo vosotros en casa podéis combatirlo. En cambio, sí podemos darte una serie de nociones generales sobre qué recomiendan los expertos al respecto de la higiene de estos elementos comunes en todos los hogares.
Un edredón, una manta y una colcha necesita lavarse, como mínimo, 2 veces al año, siempre y cuando lo utilices con funda, para asegurarnos el descanso. Dormir con una manta sucia nos impide descansar como debemos”, explican desde Tintorería Gil sobre el textil del hogar y su limpieza antes de repasar las tres claves fundamentales que debemos tener en cuenta, en su opinión, para mantener limpios los elementos mencionados.
“Lo primero, y lo más importante que se debe hacer antes de proceder a realizar el lavado de estas prendas, es leer las instrucciones de lavado del fabricante de la prenda”, afirman. Este detalle es importante porque marcará la forma correcta de lavarlos. Puede ser en la lavadora de casa pero con unas condiciones fijadas según indique el fabricante y siempre sin llenar completamente el tambor porque son textiles delicados. “Colapsar la lavadora significa que el agua y el detergente no se van a mover con la soltura necesaria por el tambor. Ello hace que pierda efectividad en el lavado”, añaden.
De todos modos, antes de introducirlas en la lavadora es imprescindible, recuerdan desde Tintorería Gil, “mirar si tienen manchas más difíciles de quitar y, en el caso de que las tengan, aplicar productos especiales encima de las manchas y que actúen como efecto disolvente sobre ellas”.

Cada cuánto lavar cada artículo

En cuanto a la periodicidad de lavados, ya hemos visto que son mínimo dos veces al año las recomendadas, por lo que un momento perfecto para hacerlo es coincidiendo con el cambio de armario entre temporadas. De esta manera, al igual que limpiamos a fondo la ropa que vamos a guardar durante unos meses, hacemos lo propio con el textil del hogar que también tardaremos de nuevo en usar como es el caso de las mantas y los edredones en verano.
En la ecuación añadimos las cortinas por una cuestión de orden y comodidad: todo en el mismo momento es la mejor forma de que la pereza o el olvido no hagan que nos pasemos años sin limpiarlas cuando encima las cortinas son la primera barrera contra la suciedad de la casa al estar pegadas a las ventanas de la misma. Caso aparte son las alfombras, que requieren una limpieza más constante, aunque sea de forma superficial.
A continuación, repasamos de forma individual cómo lavar fundas, mantas, edredones nórdicos, cortinas y alfombras:
  • Fundas: la mayoría de las fundas de sofás y sillas pueden lavarse en casa en la lavadora pero es necesario asegurarse leyendo el etiquetado. Cumple con las indicaciones que en él se describan. Dales la vuelta para que no se dañen, cierra las cremalleras y lávalas con un programa corto para ropa delicada. Para secarlas, mejor al sol dadas del revés para no dañar su color original y bien estiradas para que no se arruguen.
  • Mantas: de nuevo, el etiquetado manda porque no todas podrán lavarse en lavadora. De ser una opción, basta con un programa delicado y sin centrifugado para que no solo no sufran las mantas, sino también la lavadora porque este es un textil que aumenta mucho de peso al mojarlas porque absorben mucha agua. Intentad guardadlas en fundas o cajas cerradas, no dejarlas al aire en el salón de casa o el cuarto de lectura porque entonces acumularán de nuevo ácaros en su superficie y no habrá valido de nada la limpieza a fondo.
  • Edredones nórdicos: si son de relleno sintético se pueden lavar en casa siempre y cuando la lavadora tenga una carga superior a los 8 kg. Por supuesto, con un programa delicado, con agua templada y centrifugando con moderación. Para secarlo, mejor que sea al natural y siempre estirándolo bien y evitando que se apelmace por la humedad. También es importante para su conservación en este caso guardarlos de la forma apropiada cuando no se usen: en una funda cerrada y enrollados, para que ocupen menos y se conserven bien. Si no tienes mucho espacio, las bolsas de envasado al vacío son una alternativa válida también.
  • Cortinas: “Lo primero que tenemos que tener claro es el tipo de material del que están hechas, puesto que no todas las telas requerirán los mismos tratamientos. Existen algunas, incluso, que no permitirán un lavado”, indican desde tintorería Madrid-París. Se pueden lavar sin problema las que están fabricadas en algodón con poliester, por ejemplo. A continuación, desde la tintorería indican que “hay que asegurarse de utilizar agua templada, jamás caliente, así como de añadir un detergente suave que no estropee el material ni resulte agresivo. De esta manera nos evitaremos sorpresas desagradables, como por ejemplo que hayan encogido o se haya producido alguna rotura”, y también advierten de la importancia de extremar las precauciones si las cortinas tienen bordados.  Por último, también recomiendan remojarlas antes de lavarlas si han acumulado mucho polvo y no dejarlas mucho tiempo en la lavadora para que no se arruguen. Además, el truco al lavarlas para conservarlas mejor es hacerlo con un programa corto y secarlas lo más estiradas posible. Hay quien recomienda, también desde tintorería Madrid-París lo hacen, colgarlas en su lugar cuando todavía están húmedas (no mojadas) para que se coloquen de forma natural con la ayuda de su propio peso. 
  • Alfombras: la rutina de limpieza con las alfombras es distinta porque están más expuestas a la suciedad, sobre todo si se pisan mucho. Por este motivo, es bueno aspirarlas al menos una vez a la semana y quitar las manchas en cuanto se produzcan. Si las vas a guardar una temporada larga, en este caso la opción aconsejable pasa por llevarlas a la tintorería para que las limpien a fondo con la delicadeza que un producto así requiere. Para guardarlas, siempre enrolladas con el pelo hacia dentro. Además, protégelas con una funda y déjalas en posición horizontal, nunca vertical. De lo contrario corres el riesgo de que se deformen. 
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