Virus Respiratorio Sincitial, el virus que más preocupa a padres y pediatras
El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es bastante conocido entre las familias, causa infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio y es el principal responsable de las bronquiolitis en los niños.
Es probable que estés familiarizado con él, ya que causa la mayoría de las bronquiolitis en niños y muchas de las hospitalizaciones en los bebés y menores de 1 año en invierno. Sin embargo, los pediatras alertan de que están aumentando los casos en meses atípicos y que, cuando el número de personas con COVID-19 disminuye, aumenta el de VRS. Una de las hipótesis que barajan es que el SARS-CoV-2, causante del coronavirus, sumado a la relajación de las medidas de protección, han desplazado a este otro virus tan frecuente en niños. Entrevistamos al doctor Manuel Sánchez Luna, jefe de servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón y presidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), para que nos explique cómo proteger a nuestros pequeños.
Un virus respiratorio
El virus respiratorio sincitial (VRS) afecta a las vías respiratorias a todas las edades y, fundamentalmente, aparece en época epidémica, sobre todo, dos meses antes y dos meses después del solsticio de invierno, en nuestro país. Es extremadamente contagioso. En la mayoría de los casos, suele provocar un catarro común. Sin embargo, en los niños de menos de un año puede producir bronquiolitis, que es la primera infección respiratoria que tienen los niños y que afecta no solo a las vías respiratorias altas, sino también a los bronquios, provocando que estos se cierren y aumente el trabajo respiratorio. En algunos casos, sobre todo cuando los niños tienen poca edad (menores de 3 meses), este cuadro puede ser grave y pueden necesitar hospitalización. Un punto importante a recordar es que, además de ser muy infeccioso, por desgracia, genera poca memoria inmunológica. Esto quiere decir que prácticamente en todos los años, cuando llega esta estación, puede llegar a infectar a todas las personas que ya infectó el año anterior. Para finalizar, provoca el mayor número de hospitalizaciones infantiles en nuestro país en los menores de un año. Además, en algunos casos, muy especialmente en aquellos niños que nacen prematuros, las infecciones por el VRS pueden dar como secuela que los niños tengan sibilancias de repetición, que hace que tengan mayor dificultad para respirar, porque vuelven a cerrarse los bronquios ante otras infecciones todos los años. Y esto suele suceder mientras van creciendo. En algunos casos, puede quedar como secuela algo parecido al asma.
Niños con más riesgo
Puede infectar a todos, pero los susceptibles de tener procesos más graves son los más pequeños. “Hay unos grupos que llamamos de ‘alto riesgo’ especialmente sensibles a la infección de las vías respiratorias bajas (bronquios pequeños): bebés prematuros, los que padecen una enfermedad respiratoria crónica debida a la prematuridad, denominada displasia broncopulmonar, los que sufren cardiopatías congénitas, los que tienen problemas de inmunidad o de defensas frente a infecciones, así como aquellos que tienen síndrome de Down y algunas otras enfermedades como las neuromusculares. Estos niños, además de poder tener un cuadro más grave, consideramos que deben ser protegidos todos los años, especialmente frente al virus con un anticuerpo monoclonal, que ponemos en una dosis al mes antes del inicio de la estación hasta que finaliza”, puntualiza el doctor.
Cuáles son los síntomas
"Los más comunes son tos y catarro, que va progresivamente evolucionando en los primeros 4 o 5 días y puede acompañarse de fiebre. En general, solo afecta a la vía respiratoria. Estos síntomas podrían confundirse con los producidos por el SARS-CoV-2. Sin embargo, los niños que se han infectado por coronavirus suelen ser más mayores, pueden tener un cuadro respiratorio o no, habitualmente cursan con fiebre y pueden sufrir dolor abdominal, ya que la sintomatología de la COVID-19 es muy variada. El problema es el que al principio puede generar dudas, por lo que cuando un niño acude a urgencias con este tipo de sintomatología, es decir, con síntomas respiratorios y/o con fiebre, tenemos la obligación en este momento, en la época en la que estamos, de descartar que sea una infección COVID-19 o una infección del virus respiratorio sincitial" explica el experto.
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención fundamental y más importante es, primero, conocer que existe la enfermedad y, segundo, que suele manifestarse entre noviembre y febrero. Es muy importante mantener la higiene, sobre todo la de manos. Además, cuando los niños son pequeños o pertenecen a la población de riesgo, recomendamos que no vayan a las guarderías en época de epidemia por VRS. También hay que evitar los ambientes hacinados, el humo del tabaco y, por supuesto, fomentar la lactancia materna. “Por otro lado, en los niños de riesgo hay que administrar una inmunoglobulina, que es un anticuerpo monoclonal humanizado. Este anticuerpo, del que se pone una dosis mensual hasta que acaba la infección, puede reducir aproximadamente un 75% el riesgo de que los prematuros acaben hospitalizados. Y hasta casi un 60% en el caso de los demás grupos de riesgo”, explica el doctor. Respecto al tratamiento, en la actualidad es solamente sintomático, esto es, aliviar el problema respiratorio, darles apoyo con máquinas que les ayuden a respirar mejor, poniéndoles oxígeno cuando les haga falta, ayudándoles a limpiarse las secreciones y ayudándoles a comer cuando no pueden. Por desgracia, a veces hay que ponerles la alimentación a través de un tubo hacia el estómago.
Menos medidas, más casos
Hemos tenido un año entero en el que prácticamente las infecciones por este virus y por otros han desaparecido, y esto se ha debido a la pandemia y al confinamiento. Con la relajación de las medidas de higiene y la vuelta, otra vez, a una casi normalidad en la vida de las familias, han aparecido de nuevo estas infecciones, sobre todo la del VRS, en un momento en el que no es el habitual, fuera del invierno. “De hecho, desde la semana 14-15 de este año hemos empezado a detectar casos en algunas comunidades autónomas que han sido especialmente preocupantes, como la de Cataluña y la Comunidad de Madrid. Esto ha hecho que hayamos iniciado una recomendación: poner la profilaxis con este anticuerpo en verano, que no es lo habitual, pero estamos preocupados porque en octubre, probablemente volvamos a tener un brote estacional típico de los que había antes de la pandemia COVID-19”, señala el experto.