A los largo de nuestras vidas pasamos por diferentes situaciones, algunas de ellas nos cuentan o hacen que afloren emociones o sentimientos con los que nos cuesta lidiar. Por eso, es importante que desde bien pequeños se trabaje la educación emocional tanto desde casa como en las aulas.
Un adulto seguro, con responsabilidad afectiva en sus relaciones familiares o de amistad/pareja, con capacidad para empatizar con las emociones de las personas de su alrededor y para gestionar las propias… son las características de las personas que desde su infancia han crecido en un entorno que ha validado sus emociones y le ha ofrecido las herramientas necesarias para su gestión.
Por ello, teniendo en cuenta el gran impacto que tiene la educación de la infancia en el desarrollo de cada persona, la psicopedagoga Laura Zarca os hablará a continuación a cerca de un recurso para trabajar las emociones a través de la lectura.
Emocionario
Actualmente, son muchas las familias que están comprometidas con que sus hijos trabajen la lectura tanto dentro como fuera del aula. Por eso, es importante que, como familia, nos impliquemos para elegir qué temas queremos trabajar con ellos de manera implícita.
Sin duda alguna, el “Emocionario” es un recurso ideal para trabajar con los peques. Se trata de un recurso que podemos adaptar en función de la edad de los peques. En su interior podemos encontrar diferentes emociones que están presentes en nuestro día a día y otras que incluso ni nos suenan. Es una buena herramienta para comenzar a introducir el mundo de las emociones desde edades tempranas, escogiendo y mostrándoles aquellas más básicas como pueden ser la ira, la tristeza, la alegría o el asco. A medida que los peques van creciendo, podemos empezar a mostrarles otras más complejas como la envidia o la melancolía.

A través de este libro podemos hacer un recorrido por todas aquellas emociones que podemos conocer o no, de manera que aprenderemos a identificar los aspectos que las caracterizan tanto si las vivimos nosotros o alguien de nuestro entorno.
Si pretendéis introducirlos el aula o trabajarlo en un gabinete con niños la opción más resistente es la de tapa dura. Por otro lado, si buscáis algo más económico, la tapa blanda es vuestra mejor opción.
Otros libros para trabajar las emociones
El emocionómetro del inspector Drilo

Os presento a Drilo, el divertido cocodrilo con el que tus peques descubrirán las diferentes emociones y aprenderán a identificarlas. De una forma muy amena, los peques harán un recorrido por 10 emociones básicas entre las que encontramos la envidia, la alegría o la vergüenza.
Este libro infantil escrito por dos mujeres inmersas en el mundo de la psicología, pretende enganchar a los pequeños lectores con divertidas ilustraciones que les permitan adentrarse en el mundo de las emociones. Además, al final del libro encontrarás el “emocionómetro”, pensado para que los peques puedan medir la intensidad de las emociones que van aflorando en el día a día, de esta forma tomarán conciencia de por qué aparecen y cómo podrán manejarlas.
El Principito: Tu libro de emociones

Por último, te dejamos una opción en la que tus peques conocerán y trabajarán sus emociones con el Principito. Una bonita forma de enganchar a los pequeños a la lectura es presentarle personajes con los que puedan sentirse identificados.
Además, este producto incluye diversas técnicas de respiración consciente con las que desde bien pequeños aprenderán a canalizar sus emociones, identificando los momentos en las que estas afloran y aprendiendo a controlarlas.
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